“Admito que estoy preocupada”

Lola Marín teme involución en logros del mundo rural, como las políticas de mujer

09 ene 2019 / 11:32 H.

Casi al mismo tiempo que comenzaba el debate sobre la transformación de los ayuntamientos en los 40 años de democracia, organizado por Diario JAÉN y con el patrocinio de la Diputación, VOX hizo públicas sus 19 condiciones para apoyar la investidura del popular Juan Manuel Moreno Bonilla como nuevo presidente de la Junta. Una nueva vuelta de tuerca en las negociaciones entre la fuerza de ultraderecha y el PP que lleva a la primera a plantear la derogación de la Ley 13/2007, de 26 de noviembre, de medidas de prevención y protección integral contra la violencia de género. Este punto va dirigido, expresamente, a una institución de Baeza, el Centro de Formación Feminista Carmen de Burgos, nacido al paraguas de las políticas de mujer promovidas por el PSOE en Andalucía. La alcaldesa de la ciudad que acoge esta “escuela”, la socialista Lola Marín, reconoció al conocer esta exigencia: “Estoy bastante preocupada. No porque un partido exprese esta ideología, porque la tiene, sino que por parte del PP y Cs se adopten planteamientos que nos llevan a situaciones de vulnerabilidad”. Su reflexión iba más allá de un posible cierre del “Carmen de Burgos”, convencida de que las peticiones de VOX ponen en riesgo un sistema de protección para las víctimas de las agresiones machistas que se articula, por ejemplo, en los centros de información a la mujer y unas políticas que, en el marco de acciones, como el fomento del asociacionismo en el mundo rural, buscan la promoción de una parte de la población, la femenina, que tiene que hacer frente a una histórica discriminación, reducida, en gran medida, gracias a los cambios introducidos, como logros ya asumidos, en los 40 años de Democracia.

Marín citó a un peso pesado del PP, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, del que reconoció estar en las antípodas ideológicamente, pero al que reconoció el haber dejado claro el hecho de que, en sus palabras, “mientras violencia exista, tendrá que existir una ley”.

Marín, en la misma línea que sus compañeros en el debate, el socialista Luis Miguel López, alcalde de Sabiote, y José Carlos Serrano, regidor de Canena por IU, fue tajante al considerar que otras ideologías asociadas a la derecha, como la descentralización, también van directamente en contra del mundo rural, y aludió al menor interés por la Junta, si finalmente el PSOE sale de San Telmo, en mantener la cobertura educativa, convencida de la posibilidad del cierre de escuelas rurales, como las de los anejos del Puente del Obispo o Las Escuelas. “Si algo nos duele es montar a los chiquillos en un autobús para ir al colegio, porque han cerrado el suyo. Ahí es cuando de verdad vamos a notar la despoblación”, dejó claro.

La socialista baezana hizo una defensa de la política próxima, vinculada a la prestación de servicios de calidad y para la que se abren nuevas posibilidades con la tecnología. “Contesto por las redes sociales siempre que me escriben y creo que mi teléfono lo tiene toda Baeza. Estamos para eso y, además, en municipios como el mí, siempre estamos para escuchar frases como esta: ‘ahora que te veo’. Es una suerte”, aseguró. Marín también vinculó este cambio a hechos como que, en las cuatro décadas de ayuntamientos democráticos, ella sea la primera alcaldesa baezana, lo que, a su juicio, “supone la rotura de un techo de cristal”.