27 años a un maltratador que acabó con la vida de su mujer

El Supremo confirma la pena a un alcalaíno por un asesinato en Barcelona

28 mar 2017 / 17:31 H.

Una sentencia del Tribunal Supremo acaba de confirmar dos resoluciones previas, del Superior de Justicia de Cataluña y de la Audiencia de Barcelona, que impusieron veintisiete años de cárcel al alcalaíno Juan José Fernández Muñoz, autor, el 28 de marzo de 2014, del asesinato de su esposa en la Ciudad Condal. De esta manera, el fallo judicial ya es firme. Se aplican a Fernández veinticinco años por el crimen y dos por el maltrato físico y las palizas a las que sometió a la mujer, con la que mantuvo una relación durante alrededor de tres décadas. La víctima dejó huérfanos a seis hijos, tres también lo son del criminal. El delincuente tiene prohibido acercarse a menos de un kilómetro y comunicarse con todos ellos en un periodo de 35 años y debe indemnizar a cada uno con 50.000 euros. Tampoco podrá poseer o llevar armas durante un lustro. El Supremo le impone las costas.

El Alto Tribunal no atiende ninguno de los argumentos del recurso de Juan José Fernández, quien alegó, entre otras cuestiones, que se vulneró su presunción de inocencia y que no se habían respetado los garantías jurídicas. El dictamen desmonta todos los argumentos de la defensa. Al respecto, destaca que están bien aplicadas las agravantes de reincidencia —el alcalaíno estuvo en la cárcel por un “delito intentado de homicidio”— y de parentesco. También señala que confesó el crimen, en una conversación telefónica con un familiar y que los hijos de la mujer que declararon resaltaron las frecuentes y reiteradas amenazas de muerte y palizas “con el propósito de menoscabar su integridad física y psíquica mediante el sometimiento de la mujer a sus propios designios”. Tampoco se atiende su pretensión de una atenuante de “celopatía” y su justificación en el consumo de alcohol y de droga el día que ocurrió el asesinato con alevosía y ensañamiento, jornada en la que, según el testimonio del hijo que vivía con la pareja y encontró el cadáver, había maltratado a su esposo en el domicilio.

Las sucesivas sentencias establecen como hechos probados que Juan José Fernández, actualmente con una edad de 56 años, aprovechó que su compañera sentimental estaba “tumbada en la cama, desprevenida y sin posibilidad de oponer una defensa eficaz” para clavarle más de cincuenta veces un cuchillo de cocina, que quedó roto, y una navaja. Después de comprobar que la mujer estaba muerta, cerró con llave la puerta de la habitación y huyó del lugar, un piso de la calle Bolivia, en el barrio barcelonés de San Martín, en un tren hacia Granada. Desde esa capital se trasladó hasta Mengíbar, con intención de refugiarse en la casa de unos tíos. En ese municipio, fue detenido finalmente por la Guardia Civil. Los tribunales subrayan la intención inequívoca de hacer sufrir a la víctima. El cuerpo sin vida fue hallado por un hijo de la pareja.