Dos padres unidos para salvar a su pequeña Nina
Enrique Landelino Contreras y Marta D’Agosto lanzan una campaña para sensibilizar sobre la enfermedad de su hija
Nina, la Guerrera de Von Gierke es el título del blog con el que el matrimonio formado por el alcalaíno Enrique Landelino y la italiana Marta D’Agosto para difundir el conocimiento de la enfermedad rara que padece su hija y conseguir apoyo para la investigación en la Universidad de Conneticut (Estados Unidos). La pequeña Nina nació en el país transalpino el pasado mes de octubre. Ya en España, la pasada Navidad tuvo que ser ingresada en el Hospital Materno-Infantil de Granada, donde, después de múltiples pruebas, se obtuvo un diagnóstico en abril. Sufre la dolencia de Von Gierke, también llamada glucogenosis tipo l. Es un problema metabólico y de origen genético, de, que causa una grave hipoglucemia —el organismo no genera glucosa—. El resultado, múltiples complicaciones y un sistema inmunitario muy débil, que condicionan la vida de quienes la tienen. De hecho, Nina Contreras se halla hospitalizada ahora.
Enrique Landelino Contreras detalla que con la bitácora —cuya dirección es https://www.ninalaguerrera.org/— él y su mujer pretenden llamar la atención sobre un mal que afecta a una de cada 100.000 personas. “Hay dos formas de colaborar. Por un lado, con la lectura de los contenidos de la web, sobre todo si, además se comparten. En segundo lugar, cada uno en función de sus posibilidades puede hacer donaciones para apoyar la investigación”, remarca. De hecho, precisa que el trabajo científico marcha por buen camino y es previsible que, en breve, haya experimentos en humanos, lo que permitiría un tratamiento satisfactoria en cuestión de solo unos años.
La implicación del padre es tal que, trabaja para el Comité Internacional de la Cruz Roja, hizo un paréntesis para volcarse con su hija. Su planes, si todo sale bien en las próximas semanas, es regresar a África, ya con su esposa y la pequeña, para continuar con su misión en Somalia y Kenia. Su deseo es establecerse en Nairobi, la capital de este último país, y, desde allí, continuar con su lucha y difundir al máximo lo que representa el mal de Von Gierke.