El origen del incendio en el almacén chino fue fortuito

Agentes de Criminalística y peritos investigan en presencia de los desalojados

07 mar 2018 / 09:11 H.

Un problema de grandes dimensiones. Nuevo paso en el proceso para la vuelta a la normalidad después del incendio que, el pasado miércoles por la noche, destruyó un almacén chino de la Avenida de Andalucía y mantiene fuera de sus hogares a los residentes de las dos comunidades situadas justo encima. Agentes de Criminalística de la Guardia Civil, acompañados de Bomberos de Alcalá y peritos inspeccionaron al milímetro el interior del bajo. Fue en presencia de buena parte de los desalojados, el responsable de la tienda arrasada y el propietario del local donde estaba el bazar.

Según explicó el dueño del inmueble, los investigadores llegaron, “a priori”, a la conclusión de que las causas del incendio fueron fortuitas y, concretamente, un cortocircuito. El interior del establecimiento comercial se encuentra totalmente destruido como consecuencia del fuego, que tardó varias horas en extinguirse, y de la humareda. De acuerdo con las fuentes se alcanzaron temperaturas superiores a los cuatrocientos grados centígrados. Las pérdidas son muy cuantiosas, ya que el género acumulado está destrozado y el bajo, literalmente, reventó, con techos, paredes y suelos abrasados y deformados por el calor.

Por otro lado, como consecuencia del suceso, la tienda de deportes contigua se encuentra cerrada, ya que el humo y el calor afectaron seriamente a los artículos. Quienes viven en sus propias carnes las consecuencias son los propietarios de las viviendas desalojadas. “Me he quedado sin un piso por el que sigo pagando hipoteca”, afirma uno de los damnificados. Los daños son cuantiosísimos en los domicilios inferiores, con suelos y paredes afectados y mobiliario destrozados. Además, han aparecido grietas, lo que hace temer a algunos propietarios que haya daños estructurales. La cuestión es que, más allá del ennegrecimiento por el humo, ninguno de los dieciséis pisos —dos de ellos estaban vacíos— son habitables por ahora, dado que las instalaciones eléctricas, de canalizaciones y bajantes y de otro tipo se han quemado o deformado. Los desalojados esperan que los seguros se hagan cargo de la situación y, aparte de abonar las consecuencias económicas, agilicen el proceso para que la vuelta sea lo más rápida posible. Entre los vecinos, unos se han reubicado en otros viviendas que tenían antes, mientras que otros, después de permanecer un tiempo en alojamientos hosteleros, han comenzado a buscar pisos de alquiler. Habrá que ver cuánto tiempo tardan en regresar.