Expectación desbordada por el libro sobre la “Belle Epoque”

Lleno en la presentación de la obra de relatos de Rafael García Medina

10 ago 2017 / 10:46 H.

Las previsiones se cumplieron y el público abarrotó Capuchinos para asistir a la presentación de “Memorias de la Belle”. Quedó patente la expectación inmensa, hasta el punto de que se agotaron los 150 ejemplares a disposición de los asistentes a la puesta de largo. Ante la demanda, el sello El Ojo de Poe, encargada de la publicación, lanzará nuevas ediciones del esperado trabajo bibliográfico.

García Medina, con la gracia y el desparpajo que lo caracterizan, diseccionó ante la concurrencia la obra, una sucesión de relatos cuyo hilo conductor son sus vivencias, durante los años 80, como camarero de la mítica discoteca “La Belle Epoque”. En palabras del propio autor se trata de una “sucesión de estampas anónimas” y “una parcela del submundo de la noche en un lugar donde se cruzaban muchas vidas”. Los hechos, totalmente reales como afirma Rafael García Medina, están contados con nombres ficticios para preservar la intimidad de los protagonistas. Las historia narradas se basan en las confesiones y anécdotas —como la supuesta visita de Franco—, anotadas por el mismo camarero a lo largo de más de una década detrás de barra del conocido establecimiento, desaparecido en 2001. En las páginas aparecen mezclados con crudeza, ironía y humor, celos, sexo, infidelidades, drogas y alcoholismo.

El negocio en cuestión fue pionero en el sector de las discotecas en la provincia y, por la ubicación estratégica de Alcalá la Real, atrajo a numerosos clientes, de diferentes edades, procedentes de Jaén, Granada y Córdoba. En su intervención, Rafael García Medina recreó el ambiente de la época, lleno de encanto, aunque con algunos episodios violentos y de elevado erotismo. El arraigo del extinto local es tal que en Alcalá la Real la calle en la que estaba, aún se conoce como de la Discoteca.

El texto, dividido en las estaciones del año, se caracteriza por su frescura y agilidad para recordar al lector el microcosmos que representaba la Belle Epoque. Además refleja acontecimientos como el vandalismo en la Cruz de los Caídos. Los distintos episodios tienen como única hilazón el narrador y el lugar en que se desarrollan. Satisfecho con la acogida de su tercer libro —tras el poético del Premio Arcipreste de Hita y el de las campanas locales— el polifacético alcalaíno ultima otro’: “Acostarse con la abuela no es tan malo”.