La Mota todavía inexplorada

La ladera oeste del monumento oculta bajo la tierra todo un barrio antiguo

26 ago 2016 / 13:00 H.

Quien piense que la Fortaleza de la Mota ya está excavada al completo se equivoca. La ladera occidental, situada a espaldas del casco urbano de la actual Alcalá la Real, oculta todo un barrio. Se trata de la zona como San Bartolomé, ubicada justo por encima del camino de igual nombre.

Con una superficie de varias hectáreas, las labores de prospección daría para muchas ediciones del campo de arqueología. En la actualidad la superficie se reparte entre una parte de titularidad y otra que continúa en manos particulares. El terreno es muy abrupto y está delimitado por los restos de los lienzos de muralla de la antigua ciudad. En estos arrabales todavía son visibles joyas como los vestigios del matadero. En este y otros puntos pueden apreciarse los sillares de las primitivas edificaciones de época renacentista.

Sin embargo, se trata de un patrimonio amenazado. Las malas hierbas y las alcaparras proliferan en los muros de blanda piedra arenisca, muy erosionados por factores meteorológicos como la lluvia, el viento y las heladas. En algunas parcelas, la maleza envuelve los olivos y los almendros, con el consiguiente riesgo de incendio. En algunos puntos se acumulan sillares y otros restos de trabajos desarrollados por el Ayuntamiento en el entorno arqueológico.

La importancia de los restos atesorados en el subsuelo queda patente en la omnipresencia en la superficie de fragmentos de cerámica y de vasijas. Todo apunta a que en San Bartolomé, donde hubo una ermita también desaparecida, existe una trama urbana que iría en la línea de la que ha aflorado en el entorno de El Rastro, a los pies de la torre de la Cárcel, con calles, algunas importantes por tratarse de un nudo de comunicación para acceder a la parte superior de La Mota y viviendas de época renacentista probablemente superpuestas a edificaciones medievales más dispersas.

En los trabajos arqueológicos de los últimos años, aparte de los restos viales y de casas, se han descubierto algunos objetos relacionados con la vida cotidiana como trozos de recipientes, clavos y monedas. Igualmente han aparecido considerablemente restos óseos, en su mayoría de animales.

Más hacia el norte, el subsuelo esconde otro de los arrabales de la primitiva Alcalá, el de San Sebastián, ligado a una ermita asimismo derruida hace siglos. En realidad, debe haber vestigios en el arrabal Viejo, en lo que hoy es el parque. Las edificaciones, al resguardo de los sucesivos lienzos de murallas, circundaban la cima.

sin aprovechamiento. Con el paso de los años, la parte excavada en el arrabal de Santo Domingo —unos terrenos en los que iba a construirse el parador— no deja de deteriorarse. En algunos puntos proliferan la hierba y los residuos. Esto genera mala imagen en un entorno muy frecuentado.

espera de años para la muralla

El deterioro de la muralla occidental de la Fortaleza de la Mota es más que evidente. Décadas de desprendimientos, que irán a más si no se toman medidas, están a expensas de unas obras que, por su coste, no puede asumir el Ayuntamiento. La administración local ya tiene el proyecto y ha intentado, sin éxito, buscar recursos con el 1% Cultural y otros programas dependientes del Estado.