La presidenta de Mures cree que su denuncia resultó “útil”

Las palabras del alcalde, Carlos Hinojosa, después de que la Fiscalía archivara la denuncia por prevaricación, cohecho y tráfico de influencias no han sentado bien a la persona que promovió las acciones penales, la presidenta de Mures, Francisca López, “Paquitina”. Destaca que, en un principio, el Ministerio Público sí vio indicios de delito y que queda la puerta abierta para ir al juzgado. Por ello cree que el archivo, desde el respeto a la presunción de inocencia, no acredita la ausencia de comportamiento delictivo cuando Hinojosa se negó a revocar el permiso para instalar mesas y sillas en el parque de la aldea pese a que es una competencia de la entidad. Pese a discrepar del criterio del Ministerio Público, Paquitina ve que su acción fue útil para defender “los derechos y la dignidad institucional” de Mures, pues la denuncia penal “es la única vía que entienden los políticos profesionales”.

Sobre el asunto, precisa que la autorización corresponde a la administración que preside, que el centro social y el parque son de Mures según el inventario municipal, que los propios técnicos del Ayuntamiento reconocieron que el acuerdo denunciado era una “barbaridad” —algo que, asevera, aparece en un informe no enviado a la Fiscalía— y que la inexistencia de ordenanza de ocupación de la vía pública no afecta al asunto. Apunta que los propios responsables políticos de Alcalá reconocieron implícitamente el “gravísimo error” cuando no solo evitaron la colocación de mesas y sillas en las fiestas de San Roque, sino que incluso cerraron el centro social. “Solo la soberbia ha evitado que se formalice este reconocimiento revocando el acto objeto de la denuncia”, afirma la dirigente de IU. Añade que si la entidad hubiera dado luz verde a instalar mesas en la Plaza del Ayuntamiento de Alcalá ella sí habría sido condenada por prevaricación. “No somos el pez grande”, dice. Además, felicita a los servicios jurídicos municipales por el buen trabajo en la defensa del munícipe socialista.

Por otro lado, López reclama a Hinojosa que pida públicamente perdón a los vecinos de Mures en las fiestas al quedar cerrada la sala usada como urinarios y para que las orquestas se cambiaran, pues “aunque no actuó a punta de pistola” ordenó el cierre. Agrega que no hubo ánimo de dañar o inhabilitar a ningún cargo público, sino de defender a la aldea y habla de “aberrante agresión institucional”. Finalmente añade: “Produce sonrojo que aquellos que han logrado crear, con favores y prebendas, un régimen político que ha logrado batir los cuarenta años de Franco digan que en Mures no puede hablarse con libertar”. Finalmente, defiende a su padre, Francisco López, condenado por una sentencia. Dice que sirvió al interés público y retuvo 17.000 euros del agua como compensación de los más de 19.000 que le debía el Ayuntamiento.