Perplejidad generalizada ante la escapada de “Monterillo”

Los vecinos muestran asombro por la peripecia del padre que raptó a sus hijos

    25 nov 2017 / 11:43 H.

    Siempre ha sido una persona muy popular en Alcalá la Real. Es conocido como “Monterillo” por su baja estatura, que se compagina con un carácter vehemente y propenso a la pendencia, pues, ya desde adolescente, solía llevar navaja. Sin embargo, la huida de este vecino, que se llevó a sus hijos al extranjero en contra de la voluntad de la madre de los pequeños, asombra a propios y extraños. Su trayectoria de años, con frecuentes encontronazos con las Fuerzas de Seguridad, en particular con la Guardia Civil, lo convertían en protagonista de numerosos comentarios, en los que se mezclaban hechos reales y exageraciones. No obstante, nadie pensaba que fuera capaz de llegar a tanto y de acumular tal cantidad de presuntos delitos de una tacada.

    De este esmerado trabajador de la carpintería, oficio que mamó desde pequeño, se esperaban otros episodios más prosaicos, como infracciones de tráfico, agresiones con arma blanca tras una discusión con otras personas o la supuesta huida por el tejado después de que agentes fueran a buscarlo a su piso, en febrero de 2016, cuando se produjo el incendio intencionado del todoterreno de un miembro del Instituto Armado. A raíz de aquel rocambolesco episodio, el hombre y su familia se esfumaron y vivieron fuera durante meses antes de regresar a la ciudad de la Mota.

    Aunque quienes los conocen destacan que manejaba mucho dinero, nadie podía suponer que al registrar su vehículo en Vila Real de Santo Antonio (Portugal), donde fue detenido el pasado miércoles, se encontraran alrededor de 247.000 euros en metálico, cuyo origen deberá aclararse ahora. Sí era conocida la circunstancia de que últimamente se movía con vehículos alquilados, extremo que se relaciona en los comentarios de la calle con las numerosas multas impuestas.

    En su línea de malas relaciones con el Instituto Armado, después de pernoctar en Granada, no dudó en saltarse un control, aunque ello, además supusiera ir a velocidad excesiva, pisar líneas continuas o hacer caso omiso a la señalización. Después, en el coche de alta gama alquilado —se supone que para hacer más difícil su localización— se internó por la N-432 en Córdoba y después pasó a Sevilla. Al saberse qué móviles manejaba las autoridades lo tuvieron relativamente controlado, aunque se perdió la pista en la zona de Sevilla. Finalmente la orden internacional propició un arresto “limpio” en un centro comercial y, lo que es más importante, se consiguió que los menores salieran indemnes de la peripecia.

    Igualmente asombra el arsenal de armas y munición y que dispusiera de documentación que le permitiría moverse con otras identidades por el extranjero, aparte de que fuera capaz de fugarse con sus hijos de esa manera tan espectacular. Tras los intensos días de huida y búsqueda, el balance es positivo, pues se retira de la circulación un delincuente y los pequeños y su madre, que denunció malos tratos están a salvo. Ahora habrá que ver cuánto tiempo está Monterillo entre rejas.