Resueltos los hurtos de imágenes

La Guardia Civil recupera en Santa Ana obras sustraídas en la aldea, Frailes y Alcalá la Real

01 feb 2017 / 17:50 H.

El revuelo da paso al asombro en la Sierra Sur. La investigación de la Guardia Civil ha resuelto los hurtos de imágenes religiosas ocurridas en la zona. Una mujer, vecina de Santa Ana y natural de Frailes, es investigada como presunta autora de los hechos. Se trata de Isabel A. A., una persona que, como confirman habitantes de la pedanía y familiares, sufre problemas psicológicos. El registro de su vivienda, situada en las cercanías de las pistas deportivas de este núcleo sorprendió a los vecinos de la aldea. Agentes del Instituto Armado llegaron por la mañana en varios coches y sacaron del domicilio las efigies.

La Benemérita recupera todas las obras sustraídas. El último hurto ocurrió el pasado jueves, a plena luz del día, en la ermita de San Antonio de Frailes. El botín consistió en representaciones de San Antón, un busto de Cristo, la Virgen del Carmen y la de la Cabeza. Esta última es la única que ha sufrido daños, concretamente en un brazo y la corona. Por otro lado, se recobró la imagen mariana hurtada en diciembre en la iglesia de El Salvador de Alcalá la Real. Igualmente aparecieron tallas de la Niña Virgen y San Antón.

Desde el primer momento, la sensación de extrañeza rodeaba las circunstancias de las sustracciones, ya que, aparte de la dimensión sentimental, las piezas tenían escaso valor económico y artístico —salvo en el caso del San Antón santanero, datado, según las estimaciones, en el siglo XVIII o principios del siglo XIX—. Además, llamó la atención a los fieles de la aldea alcalaína la circunstancia de que la sustracción, cometida en un día indeterminado, pues la iglesia en la que se venera a la patrona, Nuestra Abuela Santa Ana, permaneció abierta durante varios días del mes de julio de 2016 con motivo de las fiestas anuales. También sembró dudas el hecho de que la persona que cometió los hechos no se había llevado objetos y enseres que sí eran muy valiosos. Sin embargo, al no existir entonces medidas de seguridad ni de videovigilancia y al carecerse de testigos,se desconocía quién podía haber perpetrado el delito. En Santa Ana y en Frailes, el estado de ánimo va de la perplejidad y el alivio a la pena por las circunstancias personales de la supuesta responsable. En breve, probablemente hoy mismo, las imágenes que resultaron indemnes volverán a colocarse al culto en sus respectivos lugares de origen. El sacerdote Miguel Ángel Soto, párroco de Frailes, es también la persona que está a cargo de los servicios religiosos en la aldea santanera. La investigación para conocer todos los detalles relacionados con las sustracciones de las imágenes continúa abierta.