Coral Alfonso XI
El veterano responsable destaca la “ilusión” por el proyecto y considera que el programa “puede ser infinito”
Un auténtico “revival”. A unos meses de cumplir los setenta y cuatro años, Sebastián Rosales vuelve a presidir la Coral Alfonso XI, un colectivo que ayudó a constituir en 1986. El artista, quien estuvo al frente del proyecto la primera década, regresó como miembro hace unos meses, a raíz de la interpretación, en los pasados “Festivales de Agosto”, del “Requiem” de Mozart, una ceremonia en la que varias entidades culturales se congregaron en el altar mayor de la iglesia de Consolación.
Rosales explica así su retorno, ocurrido en una reciente asamblea general. “Mi cuñada, Teresa Martín, presentó su dimisión. Mucha gente me animaba y yo dije: ‘Si no hay nadie que quiera, por tal de que esto no se caiga, aquí estoy yo para trabajar lo que haga falta”. El dirigente, quien considera que su mandato fue “la edad de oro de la coral”, valora la labor de su predecesora. En cuanto a sus planes, explica: “La idea es revivir los contactos que yo tengo, que son muchos, y trabajarlos”. Sobre los proyectos, también es tajante: “El programa puede ser infinitivo, porque estoy dispuesto a todo”. En este sentido se refiere a su deseo de que el colectivo muestre su nivel en conciertos por España y el extranjero, aunque reconoce que todavía no hay nada concreto. De cualquier modo, expresa su “ilusión” por esta responsabilidad.
Sebastián Rosales, quien es un polefacético creador, vive un momento de esplendor. Preside la Asociación de Antiguos Alumnos de la SAFA Padre Sebastián Talavera y es el delegado de la Universidad de Mayores. En el plano pictórico, ahora, elabora iconos.
Teresa Martín felicita a su sucesor, quien antes fue su predecesor. “Le doy la enhorabuena y de seguro que lo hará genial, porque es una persona que quiere mucho a la coral y se moverá mucho para que mantenga su continuidad”, explica la persona que estuvo al frente de la iniciativa a lo largo de alrededor de dos décadas.