Solución a los accidentes en la calle Abad Palomino

Vecinos del barrio de San Juan, en el casco antiguo, se muestran satisfechos de que, al fin, el Ayuntamiento adopte medidas para atajar la proliferación de accidentes en la intersección entre las calles Abad Palomino y Cava. La solución consiste en instaurar el sentido único descendente en la parte superior de Abad Palomino y también la del Mudo al completo. De esta manera se acaban las situaciones habituales en las que vehículos que iban a incorporarse a Cava, ante la fuerte pendiente, colisionaban con automóviles que circulaban por esta última vía urbana. Con frecuencia, los vehículos quedaban atrapados y causaban daños en una casa —situada en la misma intersección entre Abad Palomino y Cava y habitada por un matrimonio de mayores—, particularmente en una reja.

La decisión municipal se adopta, como explican residentes en la zona, después de que un grupo de alrededor de veinte personas se entrevistara con los concejales de Presidencia, Cecilia Alameda —también titular de Seguridad Ciudadana— y de Obras y Servicios —Custodio Valverde—. El vecindario agradece la celeridad con la que el Ayuntamiento ha cambiado la señalización tras la reciente entrevista. Añaden que las modificaciones también suponen poner de sentido único el callejón del Mudo para canalizar el tráfico hacia la calle del Puerto. Por otro lado, confirman que se prohíbe estacionar en la calle del Mudo. También en atención a las reivindicaciones ciudadanas, se han anclado los contenedores de basura y prepara la colocación de una valla de seguridad con el fin de impedir que la gente salte sobre los coches aparcados desde la pared del parque de la Mota, una conducta incívica repetida en los últimos tiempos que ocasionó daños en vehículos.

“Estamos muy agradecidos a las autoridades locales por habernos recibido y por la diligencia con la que están actuando”, explica una de las residentes en el barrio. La zona en cuestión se encuentra en las cercanías de la iglesia de San Juan Bautista y en el acceso a la Mota, ya que comunica el camino de San Bartolomé con el entorno de la Trinidad y con el aparcamiento de la fortaleza. Por ese motivo, el tráfico es intenso, sobre todo en horas puntas, pues con frecuencia se usa como circunvalación para evitar atascos urbanos.