Tensión en La Pedriza tras el cambio de su pedáneo

Espectáculo. Esta palabra resume lo vivido en el centro social de La Pedriza, en un reunión entre el alcalde de alcalde, Carlos Hinojosa, y vecinos por la sustitución del alcalde pedáneo —el edil nombró a Inmaculada Ibáñez como sustituta de Rafael Barranco—. Estos dos últimos, los concejales Cecilia Alameda y Custodio Valverde y el expedáneo pedricero Rafael Cano ocupaban una mesa en una sala que llegó a reunir, en algunos momentos de la tarde noche, a más de cincuenta personas. Los reproches y la tensión fueron constantes. Primero, algunos pedriceros afearon a Hinojosa que el relevo se hiciera “a dedo” y llegaron a postularse como candidatos. Hinojosa acusó a uno de ellos de “mentir a la gente” e instó a denunciar a la secretaria municipal si se ha vulnerado la ley en el decreto que recoge el cambio de pedáneo. También se esgrimió la recogida de firmas para reclamar la elección del pedáneo en una urna. La discusión llegó a ser “cara de perro”, con mucha vehemencia y un tono cercano al grito, cuando la portavoz de IU en el Ayuntamiento, Rafaela López —que justo después se marchó—, e Hinojosa se “engancharon” a cuenta del sistema de designación. Otro asistente lamentó haberse enterado “por un periódico” del cambio.

Hubo momentos difíciles de describir, como cuando la esposa de Rafael Barranco acusó a Carlos Hinojosa de haber dejado a su marido solo. El hijo del matrimonio también recriminó al alcalde su conducta. A partir de ahí empezó una “cascada” de supuestos agravios de la aldea, de unos cuatrocientos habitantes, con quejas de supuesta desatención en cuestiones como los “socavones” viarios, los problemas con desagües, el estado del lavadero, la falta de herramientas en las obras, la llave del consultorio médico o la demanda para tener luz y jugar por las noches al fútbol y la petanca. Barranco hasta dio un palmetazo en la mesa. El expedáneo incluso dijo, sobre las malas relaciones vecinales: “Vas por la calle y no te escupen porque les da fatiga”.

Hinojosa aseveró que va con la verdad por delante y que quien tiene la responsabilidad toma las decisiones en cada momento. Aseguró estar ahí por voluntad propia. Al respecto precisó que podía haber optado por una vida tranquila. “Mi plaza está en el IES López Morillas de Jódar”, indicó. En ese hilo anunció que la de 2019 será la última vez que aspire a ser alcalde. Destacó el trabajo que le costó convencer a Ibáñez para la que pidió un voto de confianza de un año. Ella dijo que si en este tiempo no se le ve la luz se irá.