Un libro del cronista muestra fotografías de décadas atrás

Una obra con mucho encanto. “La Alcalá la Real de Anteayer” es el título del libro elaborado por el cronista oficial, Domingo Murcia, consistente en una recopilación comentada de fotografías tomadas por él mismo y Ramón Piñas entre las décadas de los 60 y los 80 del siglo pasado. Numerosas personas —entre ellas Rafael Piñas, hermano del difunto fotógrafo— asistieron en el teatro Martínez Montañés a la presentación del trabajo, un acto en el que el investigador Antonio Heredia fue el maestro de ceremonias. En la sesión se proyectaron varias decenas de instantáneas.

El volumen ha sido impulsado por la asociación Enrique Toral y Pilar Soler —presidida por María del Carmen Muñiz—, con una edición inicial de doscientos ejemplares, que se venden en el área de Cultura —en Capuchinos— a veinte euros, el equivalente a los gastos de publicación. Se trata de una publicación en formato apaisado de 250 páginas. En la páginas se suceden alrededor de trescientas instantáneas de distinto tamaño con comentarios de Domingo Murcia que las contextualizan.

El libro está dividido en doce capítulos temáticos, que recogen vistas generales y parciales, caminos, el alfoz —la parte contigua al casco urbano luego urbanizada—, monumentos o las aldeas, con escenas de labores ya desaparecidas como la trilla o el ablandado del cereal. Igualmente aparecen personajes típicos del municipio, gentes anónimas que protagonizaban la vida local. “El interés que tiene es que muestra una Alcalá que ya se ha ido, pero que sigue viva en los recuerdos de mucha gente”, subraya Murcia. El cronista añade que en la obra se aprecia la transformación de Alcalá la Real en esa época. “De las fotografías me quedo con las de calles. Se aprecia perfectamente la fisonomía de un pueblo andaluz donde predominaba la cal y la piedra y había escalones en las partes más pendientes. Luego comenzó a convertirse en una pequeña ciudad”, expresa el cronista oficial.

Murcia ha realizado una selección de entre las fotografías que componen su archivo. El investigador e historiador valora la labor de Ramón Piñas como fotógrafo y la calidad artística y técnica de muchas de composiciones. A pesar de la enfermedad que sufría, que le limitaba la movilidad, Piñas fue el autor de cientos de instantáneas que él mismo se encargaba de revelar. La colección de imágenes fue cedida por la familia a Domingo Murcia.