Alerta en la cuenca del Guadalquivir

04 oct 2017 / 17:34 H.

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha apuntado a una situación de “alerta” en el sistema de regulación general de la cuenca, casi toda la cual se dedica al riego de los cultivos, como consecuencia de la sequía que se vive en la comunidad autónoma andaluza, razón por la cual el organismo tiene previsto convocar en las próximas semanas Comisión de Desembalses para que los principales actores en este ámbito conozcan al detalle las previsiones.

“No son situaciones nuevas”, ha señalado en una entrevista concedida a Europa Press el presidente de la CHG, Antonio Ramón Guinea, que recuerda tesituras tales como las de 1995, el año de la ‘gran sequía’, o 2009, ejercicios en los que “no llovió nada hasta noviembre”, cuando las precipitaciones cayeron de manera no duradera pero sí torrencial, lo que hace 22 años, por ejemplo, provocó que en el lapso de un mes y medio el embalse de José Torán, en Sevilla, pasara del 12 por ciento de su capacidad al 90 por ciento.

A la espera de ver cómo transcurren los próximos meses desde el punto de vista climático, Ramón Guinea ha indicado que por ahora no han existido declaraciones de emergencia salvo en puntos concretos como el área del Guadalbullón (Jaén) o Colomera y Cubillas (Granada), que “afectan a muy poca superficie y gente”, pues el sistema de abastecimiento “tiene más recursos y está mucho más tranquilo”.

Y es que la preocupación se centra en el riego, aunque algunas demarcaciones tienen sistemas propios y están en mejores condiciones. “Si el año sigue así”, puede ser conveniente acometer obras de emergencia, pero sin grandes inversiones “porque el abastecimiento está bien amparado”, señala el presidente del organismo de cuenca, que apunta, si acaso, a la activación de antiguas instalaciones o bombeos alternativos.

“Si no cambia todo bastante, no se podrán dar las mismas dotaciones, ya se verá en función del invierno y la primavera, pero habría que recortar”, ha dicho el máximo responsable del organismo de cuenca, que incide en la necesidad de dar información, porque “no hay nada peor que lanzarse a una campaña de cultivo y siembra y no haya agua”.

Manifiesta Ramón Guinea que “tan importante como aportar recursos nuevos ahora mismo es gestionar lo que hay”, para lo cual en los últimos años se han hecho aportaciones tendentes a la modernización de los regadíos o la reducción de pérdidas en redes, “aunque aún queda por hacer”.

“El clima que tenemos --continúa-- es de una irregularidad tremenda, con años muy secos y con el mundo del riego e industrial pidiendo agua y con más calidad cada vez”. Frente a ello, el Plan Hidrológico en vigor ya tiene varios previsiones de presas --y actuaciones en lugares como el embalse del Agrio de Aznalcóllar (Sevilla) o La Cerrada de la Puerta (Jaén)--, si bien “son inversiones muy fuertes y hay que hacerlas con mucho cuidado, en los sitios fáciles ya se construyeron las más evidentes y las de ahora van siendo más complejas”.

Por último, en lo referente a la concienciación ciudadana, ha asegurado que “hay mucha, cada vez más, pero no viene mal recordarlo y mantener la llama viva”.