Una revolución para el reciclaje

Manuel Cantudo inventa, sin querer, un artilugio para reducir el volumen de los productos desechados

15 may 2018 / 08:37 H.

Un accidente con una lata de conserva dio como resultado la patente de un aparato que reduce el volumen de productos cotidianos. El creador de la herramienta es Manuel Cantudo, antiguo reparador de electrodomésticos. La idea de este artilugio es que se reduzca el volumen de los productos desechados y que ocupen menos espacio. Entre los materiales que “aplasta” la herramienta está el aluminio, el acero, los tetrabrik o el cristal. Respecto al aparato, Cantudo lo hizo de metal, y le incorporó soportes para colocarlo en la pared. Posee una pieza que funciona a modo de martillo y que él rellenó de hormigón. Entre la parte fija y esta se pondría el material que se quiera reducir. “Funciona sin motor, ni pila ni nada, solo con un gesto de la mano”, explicó su inventor, quien añadió: “Respecto al uso, no hacen falta libros de instrucciones. Es muy intuitivo”.

En cuanto al sistema actual de recogida de residuos, Cantudo señaló que estudiosos del tema lo consideran “obsoleto”. “La idea era buena, en la separación, y a falta de otra alternativa, no es mala idea. Pero no es sostenible” puntualizó. También señaló que los contenedores no llegan a ser rentables, pues los productos que se echan, sin aplastar, como son las botellas de vidrio, hacen que estos contenedores estén más llenos de aire que del propio material. Además, con el sistema actual “se usa mucha energía”, pero apenas se recoge material. “Hay que innovar en este campo, porque todavía no somos lo suficientemente eficientes”, afirmó.

Volviendo a su herramienta, Cantudo planteó: “Se trata de un sistema en el que todo sale aplastado desde casa”. Por consiguiente, se ocuparía menos espacio y se podría aglutinar más materiales en los cubos de basura. “Con este sistema se podrían quitar los contenedores de recogida selectiva”, destacó el inventor, que planteó que solo existían como distinciones orgánicos e inorgánicos. La razón de esto es que el material ya llega aplastado, no se “fusionaría” con el resto de productos con el que compartiría contenedor, y no haría falta una división previa.

En cuanto al procesamiento de los materiales, Cantudo señaló que, en principio, los camiones de basura no necesitarían llevar una prensa, pues ya vendrían “prensados”. “El camión solo los recogería y los llevaría a la planta de reciclaje, y en mejores condiciones, pues el material no llegará destrozado ni incrustado, manifestó, mientras incidió en que, con esto, el reciclaje sería más fácil y se ahorraría en muchos aspectos.

Cantudo también habló sobre la suciedad que se suele encontrar en la sierra: “Si salimos de aquí y vamos al campo, podemos ver cómo está lleno de este tipo de materiales”. Por esta razón, subrayó: “Se debe a que las personas no ven la utilidad del reciclaje. No tienen apego a los materiales y por ello los desechan”. Con su patente, Cantudo fija como objetivo que todos sepan que el esfuerzo tiene una recompensa. Esta es la diferencia con el sistema actual. Y se verían beneficios en otras áreas: “Si nosotros ahorramos toda la gestión de los contenedores de recogida selectiva, que supone muchísimo dinero, lo podemos dedicar a otra cosa”, concluyó.