“Da una satisfacción muy grande el ver que puedes aportarle algo a otra persona y que con tu ayuda le haces la vida más fácil”

PREMIO ayuntamiento porcuna

07 abr 2019 / 16:11 H.

“Un trabajo que no sale todos los días en los medios de comunicación”. Así definió María Luna Coleto su profesión con un colectivo, muchas veces, bastante necesitado, las personas mayores. Esta mujer de Porcuna trabaja junto a un grupo de 25 compañeras en el servicio de ayuda a domicilio. Su encomiable labor ha sido reconocida por el Ayuntamiento de Porcuna, municipio anfitrión de la gala de Premios Reino de Jaén Comarca La Campiña que se celebrará el próximo día 13 de abril a las 20:00 horas. El responsable municipal decidió otorgar el premio a este grupo de mujeres para que puedan sentir el calor de toda su gente en el teatro María Bellido.

El trabajo que desarrollan estas mujeres no es otro que ayudar a los más mayores con las “necesidades básicas de la vida”. “Nosotras los vestimos, les llevamos el control de los medicamentos y si tenemos que echar una mano en el tema de la limpieza del hogar pues lo hacemos sin ningún problema”, explica María Luna Coleto. Este empleo tiene un extra de necesidad cuando los “usuarios” se encuentran solos, pero Coleto asegura que ese acompañamiento que ellas hacen genera una gran satisfacción para las propias trabajadoras. El grupo de Porcuna lleva ya diez años al servicio de las personas mayores y la auxiliar afirma estar encantada. “Me reporta muchísima alegría y no quiero cambiar mi oficio por nada del mundo. Al que le guste realmente este trabajo le da una satisfacción muy grande el ver que puedes aportar algo a otra persona y ver que intentas hacerlo lo mejor posible con nuestros medios. Yo personalmente me voy a mi casa siempre muy contenta, no tengo ninguna pega en ese aspecto”, asevera.

Sin embargo, Coleto también advierte de que no siempre todo es tan bonito. “Te encuentras de todo, no vamos a decir que siempre es un valle lleno de rosas, pero la mayoría de nuestros usuarios se muestran muy agradecidos y se crean relaciones muy bonitas y especiales. Aunque el carácter de cada persona es un mundo, lo más normal es que todos lo agradezcan cada uno a su manera”, explica.

Y es que este trabajo también es duro y se puede hacer muy complicado a veces. “Muchas veces tenemos que sacar fuerzas de donde no las tenemos, porque los usuarios pueden estar perfectamente encamados o con una movilidad muy reducida y somos nosotras la que hacemos prácticamente todo por esas personas”, cuenta. Sin embargo la alegría de María Luna Coleto de cada mañana le hace levantarse con ganas de comerse el mundo y ayudar a los demás. Un ejemplo, tanto el suyo como el de todas sus compañeras, de solidaridad.