Coronación canónica de la patrona

Miles de vecinos celebran el momento histórico con Nuestra Señora de Zocueca

08 may 2017 / 17:34 H.

Los vecinos de Bailén se echaron a la calle en una fervorosa muestra de fe para acoger la coronación canónica de la patrona. Ese día, con un tiempo envidiable y un inmenso cielo azul, quedó marcado en la historia del municipio y en la memoria de la gente, en especial para Nuestra Señora de Zocueca, que tanta admiración y pasiones despierta entre los residentes bailenenses.

El acto de coronación, presidido por el obispo de Jaén, Amadeo Rodríguez Magro, congregó en el Paseo de las Palmeras a más de cinco mil personas que siguieron, durante hora y media, la solemne eucaristía. La ceremonia comenzó con la entrega del bastón de mando de la Alcaldía de la ciudad que ostentaba el alcalde, Luis Mariano Camacho a la patrona para presidir durante las horas de esa noche el municipio desde el trono y cedió su puesto a la patrona, dirigente del municipio honoraria y perpetua de la ciudad.

La coronación canónica es un rito litúrgico católico cuyo objetivo es resaltar la devoción por una advocación mariana, ya sea por la veneración que despierta en el pueblo como por su antigüedad, a través de la imposición solemne de una corona.

En esta ocasión, la patrona también estrenó el manto sufragado por los Hijos de Bailén y bordado en el taller de Javier García y Martín Suárez de Jaén. El tejido era de color blanco, del cual destaca su estilo decimonónico tradicional y su bordado en la técnica de oro fino a realce y sedas, sobre tisú de plata. Además de motivos vegetales y piezas geométricas, destacaban dos cartelas con los bustos de San Andrés y Santa Gertrudis bordados en seda y, como motivo central, el misterio de la Encarnación, en alusión a la sede canónica de la Real Cofradía. En la cola del manto aparece la leyenda: “Los hijos de Bailén a Nuestra Señora de Zocueca Coronada MMXVII”.

Tras la celebración de la Eucaristía hubo una procesión extraordinaria en la que la patrona fue respaldada en un gran cortejo procesionaba hasta el templo de la Encarnación. Cerca de doscientas mantillas, las cuatro agrupaciones musicales de la localidad, así como todas las cofradías de pasión y gloria de la ciudad, así como de distintos municipios de la provincia del mar de olivos acompañaron el cortejo hasta La Encarnación entre emotivos gritos de “vivas” y estruendosos aplausos por parte de los bailenenses, que seguían de cerca la procesión y su avance por las calles de la ciudad. Durante su itinerario llamó la atención la presencia de dos cuadrillas que portaron a la patrona, una de hombres y otra de mujeres. El grupo de costaleras llevaron por primera vez la imagen de Nuestra Señora de Zocueca en procesión.