Blanco nuclear en las sierras

Mil quinientas toneladas de sal, de las que se utilizaron unas doscientas; siete máquinas quitanieves, tres niveladoras externas y un equipo de 140 personas. Son las cifras que conforman el dispositivo invernal de la Junta que, durante el fin de semana, trabajó “a destajo” para dejar las carreteras totalmente limpias. Según confirmó e delegado de Fomento y Vivienda, Rafael Valdivielso, la normalidad impera en la red viaria, después de que ayer se abriese la A317a, en Santiago-Pontones. Se trata de un tramo de carretera que se “queda muerto” cuando hay nieves y se pasa el tráfico a la A317.

Para llegar a esta situación de estabilidad, el equipo pasó un fin de semana complicado, con nevadas de más de 15 centímetros de espesor. Los equipos estuvieron 36 horas ininterrumpidas relevándose continuamente, pero sin dejar de trabajar. El domingo por la mañana, la Consejería de Fomento informaba de que desde Hornos hasta el límite de provincia por la A317 se necesitan cadenas. También en la a A6301 en Benatae. Pero para el resto de la provincia no era preciso. Ayer, durante la mañana, ya se normalizó todo.

Y mientras unos se afanaban en despejar la nieve de las carreteras, otros se desplazaron hasta las sierras para disfrutar de los ansiados copos blancos que, este año, se hicieron de rogar. Es el caso de los vecinos de Valdepeñas, que subieron a la Pandera.