Cata de aceite en un vuelo de Iberia con destino a Londres

13 feb 2019 / 16:37 H.

Una cata de gran altura. Fue en un avión de Iberia que partió ayer de Madrid con destino Londres. Se hizo a más de 35.000 pies de altura —más de 10.500 metros— en un Airbus A-321 de Iberia que cubría la ruta entre los aeropuertos Adolfo Suárez-Madrid Barajas y Londres-Heathrow. Participaron unos 200 pasajeros. Para ello, recibieron un kit de cata de Aceites de Oliva de España que contenía todo lo necesario para degustar algunas de las principales variedades de aceite de oliva virgen extra de España. Contaba con dos botellitas con aceites de oliva virgen extra de la variedad picual y hojiblanca, dos vaso, pan y un folleto con información sobre la cata y los aceites que se han degustado. La cata fue dirigida por el experto Alfonso Fernández, que planteó esta iniciativa como una aproximación amena y sencilla al mundo de los aceites de oliva y accesible para viajeros de muy diversas procedencias. Antes de la degustación en sí, se realizó una breve introducción sobre las peculiaridades que hacen único a este zumo de aceituna y su imbricación dentro de la dieta mediterránea. Ya, en vuelo de crucero, se invitó al pasaje a acompañarlo en la degustación de dos de las principales variedades aceites de oliva virgen extra de nuestro país. Para ello, se ofrecieron unas sencillas nociones sobre el proceso de cata y se guió a los pasajeros a través de los complejos matices de los aromas y sabores de los aceites de oliva virgen extra. Para terminar, se ofrecieron algunos consejos sobre su uso en cocina, resaltando su versatilidad. Se destacó que tiene miles de combinaciones más allá del aliño de la ensalada y, así por ejemplo, que es capaz de combinar hasta con frutas ácidas —como la naranja, la piña y los frutos rojos—, chocolate, sal y azúcar o especias como la canela y la vainilla. “Fijaos que cosa más simple, dos variedades de virgen extra con dos sabores tan distintos. Los dos riquísimos pero diferentes, ¿imagináis lo que pueden hacer en vuestras recetas?”, concluyó Alfonso Fernández.

Sin duda, esta degustación y promoción del aceite de oliva fue una iniciativa que sorprendió a los pasajeros y que hizo que el viaje resultara más ameno y constructivo. La mayoría de los pasajeros eran españoles y británicos, por lo que fue una actividad que valió para proyectar el producto en las cocinas de sus hogares.