Consenso para exigir un “calendario” para la A-32

Andalucía y Castilla-La Mancha piden al Gobierno “sensibilidad”

27 jun 2017 / 12:22 H.

Pasan más de dos décadas desde que se inauguró el primer tramo de la A-32, en su tramo Bailén-Linares, y de los 237 kilómetros que aparecen en el proyecto de esta comunicación que, algún día, está llamada a conectar por autovía la provincia de Jaén con Albacete, apenas se ha construido un 20%. Desde 1996, lamentó el consejero de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía, Felipe López: “Ha habido una parsimonia insufrible para una comunicación fundamental”. En 2010, con la crisis azotando al país, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero rescindió las obras que había contratado en tres de sus tramos (Úbeda-Torreperogil, Torreperogil-Villacarrillo y Villacarrillo-Villanueva del Arzobispo); desde 2012 —reprochó el presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes—: “Se han consignado 45 millones para el tramo Úbeda-Torreperogil que no se han ejecutado”.

Porque “ya es hora —continuó Reyes— de que el Gobierno se tome en serio una vía de comunicación fundamental” para el desarrollo socioeconómico de Andalucía y Castilla-La Mancha, para fijar la población al territorio y por seguridad, como subrayó la consejera de Fomento de la región vecina, Agustina García Élez, el Palacio de la Diputación acogió, ayer, un “coro de voces” institucionales y sociales que, junto a la consignación de partidas para retomar las obras de la A-32, reivindica que se materialicen. Que salgan del papel.

A cuatro días de la primera de las protestas que, en 6 años, ha convocado la Plataforma en defensa de esta autovía, el “valor añadido” del encuentro celebrado ayer es —respondió Reyes a preguntas de los periodistas—: “Que están representadas los gobiernos de Castilla-La Mancha y Andalucía, las diputaciones provinciales [de Jaén y Albacete], los alcaldes [de los municipios por los que discurre el trazado] independientemente del poder político, los empresarios y los sindicatos de ambas comunidades. Es un foro de reflexión y de propuestas para ver qué hacemos en una vía fundamental”. “Ya no vale la excusa de la crisis. El PP está tirando cohetes todos los días diciendo que la crisis es historia y, si es así, no puede ser historia este proyecto”.

Felipe López exigió concreciones al Gobierno central y el “mínimo de sensibilidad” que, hasta ahora, en su opinión, no ha mostrado hacia Andalucía, con un índice inversor del 13% cuando, poblacionalmente, la región representa el 18%. Para el consejero, es importante que, a pocos días de que el Ejecutivo de Mariano Rajoy “empiece a discutir el techo de gasto, antesala de la elaboración de los próximos presupuestos”, escuche este “coro de voces” y “se empiece a tomar en serio esta reivindicación”, fijando, “sobre todo, un calendario” para ejecutar los presupuestos consignados.

El PP “confía” en que haya obras este año
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“Entendemos el mensaje y estaremos del lado de las reivindicaciones, pero hay que distinguir las circunstancias técnicas de la falta de voluntad para que una obra no avance”. El coordinador comarcal del PP de Jaén, Miguel Contreras, excusó el incumplimiento de las partidas presupuestadas por el Gobierno en los últimos años en la modificación de los proyectos y recordó que, en las cuentas de 2018, hay 40 millones de euros para retomar las obras. En este sentido, el presidente provincial del PP, Juan Diego Requena, admitió que estas “podrían ser más ágiles”, pero destacó la inestabilidad de un 2016 con un Gobierno en funciones y dijo “confiar” en que, este año, los 40 millones presupuestados se traduzcan en obras. Dicho esto, arremetió contra Felipe López por no venir a Jaén a hablar de infraestructuras sobre las que tiene competencias.

un proyecto “bueno” para dos regiones

protesta. La reunión contó con la presencia de alcaldes de los municipios por los que discurre la A-32. El de Villacarrillo, Francisco Miralles (PP), fue uno de ellos. A preguntas de los periodistas, defendió las reivindicaciones que volverán a sacar a la ciudadanía a la calle el jueves. “Es algo bueno”, indicó alguien que se manifestó en 2010, cuando gobernaba Zapatero; repitió en 2011 frente al Ejecutivo de Rajoy y volverá a hacerlo ahora.