Día festivo de cantes y bailes

Numerosos vecinos y carrozas se suman al cortejo en honor de San Isidro

16 may 2018 / 08:32 H.

El mes de mayo amanece en Jódar con las fiestas patronales en honor del Santísimo Cristo de la Misericordia. La devoción se concentra en su ermita y, posteriormente, en la de la Virgen de Fátima. Allí, cada día 13, la imagen recorre las calles próximas al templo. Antaño, la devoción llegaba dos días más tarde al paraje de Fuente Garcíez, donde la ermita de San Isidro abría las puertas para que los vecinos vivieran la romería.

De eso hace ya años, hasta que la imagen del santo labrador fue trasladada a la ermita del Cristo de la Misericordia y, aunque la procesión comienza en este enclave y termina en la ermita del patrón del campo, hay quien recuerda aquella procesión en las afueras del pueblo. Sobre todo, los mayores, que son los encargados de transmitir la tradición a sus hijos y estos a sus nietos. Pero todo cambia, aunque parezca que se conserva intacto.

Tras la misa, que tuvo lugar en la ermita del copatrón de Jódar, el jolgorio se agolpaba a las puertas en una jornada declarada como fiesta local y donde los más pequeños se levantan temprano para ver un cortejo que, este año, contó con diez carrozas. La solemne fiesta religiosa empezó a las diez de la mañana y dio paso a la romería. Los sones musicales corrieron a cargo de la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora de la Asunción.

El cortejo de carrozas recorrió diferentes calles galdurienses y se dirigió a la ermita que, años atrás, presidía San Isidro labrador. Entre las participantes, las del grupo parroquial de la Borriquilla, la Cofradía de la Expiración, la del Santo Entierro, el Club de Tenis Jódar, el Club Deportivo y Cultural de Petanca Puerta de Mágina, la asociación de mujeres Elaia, la asociación de enfermos de Alzhéimer y familiares Sierra Mágina, el centro de participación activa de mayores de Jódar, la asociación de discapacitados intelectuales de la ciudad y el colectivo “Somos la Caña-El Sierra”, integrado por jóvenes.

Esa amplia participación tuvo su origen en que el Ayuntamiento dotó con un accésit de 400 euros a los impulsores de las diferentes carrozas. Al término del camino, se ofreció una suculenta paella.