Día grande por la patrona
La Guardia abrazó a la Divina Pastora en una jornada cargada de fe
Primer día fuerte de las fiestas de La Guardia. Día de fe, de devoción. Día marcado en el calendario por la presencia de la patrona del municipio, la Divina Pastora, que procesiona por las calles de La Guardia cada 10 de agosto para júbilo de los guardeños.
La jornada comenzó con la diana floreada, acompañada por los tradicionales cabezudos, preludio para los primeros actos en honor a la Divina Pastora. A las 12:30 horas se celebró la solemne misa en honor a la patrona en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, para dar paso después a la tradicional copa de vino que invita cada año el Ayuntamiento del municipio.
Ya por la tarde, y como prolegómeno del acto principal del día, los vecinos se fueron congregando en la zona central del pueblo, alrededor del ayuntamiento. Con el paso de las horas, y acercándose la marcha del calor y la puesta del sol, el número de gente en las calles aumentó. Los fieles, ya preparados para el momento culmen de la jornada se preparaban para ver a la Divina Pastora procesionar por las calles de La Guardia como ocurre cada 10 de agosto, con el aliciente de que este año la fecha coincidió con el inicio de fin de semana, lo que ayudó que incluso los guardeños desplazados pudieran acudir.
A las 21:00 horas, con puntualidad inglesa, la Divina Pastora salió de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. La lluvia no estuvo presente como un año antes, cuando la procesión tuvo que posponerse al día siguiente debido a un enorme diluvio que obligó al párroco Manuel Alfonso Pérez Galán a dar la noticia que nadie quería escuchar.
La imagen estuvo acompañada por el alcalde, Juan Morillo García, el párroco, el hermano mayor y los cientos de devotos que decidieron unirse para acompañar a la Divina Pastora en procesión por las calles del pequeño municipio.
El itinerario, como viene siendo habitual, recorrió prácticamente todos los barrios del pueblo para felicidad de todos los devotos. Esto permite que incluso aquellos que no pueden desplazarse y formar parte de la procesión disfruten de la Divina Pastora desde su casas en este día tan señalado y esperado por todos los guardeños.
Diez fueron los portadores de la imagen, tres en cada uno de los varales delanteros y dos en los traseros. Diez hombres de fe que vivieron unos momentos de gran importancia para ellos durante la procesión, que estuvo acompañada por la música de la banda de la agrupación.
En la plaza de San Pedro no cabía un alfiler, no había guardeño que no quisiera ver a la patrona procesionar envuelta en flores. Una talla humilde pero con más valor para los vecinos que cualquier tesoro.
Una vez llegó a su fin la estación de fe, los vecinos pudieron disfrutar de la tradicional verbena en la caseta municipal, que en esta jornada estaba a cargo de las bandas “Mar Salá” y “El Norte”.