El Centro de Cría de Cazorla lidera los datos a nivel europeo

El 30 por ciento de los quebrantahuesos nacidos en el continente son de Jaén

12 abr 2018 / 09:07 H.

Un resultado más que positivo para el Centro de Cría del Quebrantahuesos de Cazorla, que se sitúa como uno de los principales de este tipo a nivel europeo. No en vano, de la cifra total de los pollos de esta especie que nacen en el continente, el 30 por ciento tiene sello jiennense, ya que su periodo vital se inicia en las instalaciones ubicadas en el Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas.

Así lo atestigua el director del Programa de Aves Necrófagas de la Junta de Andalucía, Rafael Arenas, quien muestra su satisfacción por los datos que ofrece la Consejería de Medio Ambiente acerca del centro de protección cazorleño. “El balance es muy positivo porque, por norma, el quebrantahuesos suele criar menos de un pollo al año, sin embargo, aquí la media es más elevada. Sin duda, estas instalaciones, donde trabajan cinco personas, son de las mejores”, indicó el experto.

Según los datos oficiales, el Centro de Cría del Quebrantahuesos de Cazorla cerró este año el periodo de eclosiones con el nacimiento de nueve pollos, de las 14 puestas registradas durante el ciclo reproductor (2017-2018) de la especie, igualando el récord de otras temporadas. Estas instalaciones, gestionadas por la Fundación Gypaetus, cuentan en la actualidad con un total de siete parejas reproductoras de esta rapaz.

Tres de las nueve eclosiones necesitaron de la intervención humana, dos a causa del excesivo tamaño de los pollos y la otra, al reducido tamaño, lo que les impidió cortar la cáscara por sus propios medios. Todos los ejemplares ya fueron adoptados. Además de los pollos nacidos en el Centro de Cría, otros tres pollos procedentes de diferentes centros españoles fueron adoptados por parejas del centro cazorleño, debido a que en sus lugares de origen no disponían de parejas adoptivas.

El Programa de Reintroducción del Quebrantahuesos de la Consejería de Medio Ambiente pretende conseguir una población autónoma y estable de la especie mediante la liberación de ejemplares jóvenes por el sistema de la cría campestre. El método de trabajo que se emplea en las instalaciones jiennenses se basa en técnicas de cría natural, donde la fecundación es natural y la incubación y el desarrollo de los pollos corre a cargo de los padres. Así, la intervención humana es mínima.