El misterio de la travesía de la Virgen

La Guardia Civil busca el coche que se llevó por delante a Mailin, de 53 años, casi al lado de su casa en Huelma

25 jun 2016 / 11:11 H.

Lo que ocurrió en la travesía de la Virgen de Huelma, antes de que amaneciera el jueves, ya no es una incógnita: una mujer murió tras ser atropellada. Lo que no se sabe es quién fue ni tampoco por qué, aunque sobre esta última duda cobra fuerza la hipótesis de que fuera un accidente. La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, especializada en este tipo de hechos, se hizo cargo del estudio de lo ocurrido, a pesar de que se trata de un asunto que, por demarcación, compete a la Policía Local.

Sobre el terreno, los agentes recogen pistas, en busca de los rastros que deja una situación de este tipo, como huellas de frenada o algún vestigio del coche implicado. Aunque no es sencillo. La calle que fue escenario de los hechos es una cuesta adoquinada, que atraviesa una especie de cruce para peatones, punto exacto del atropello. Nada indica que un coche pasó por allí. Sin embargo, el informe está en marcha, con todos los datos que pudieron recopilar los guardias civiles de Tráfico; clave también para determinar cómo ocurrió es el resultado de la rápida autopsia que se practicó a la víctima, Mailin, de 53 años, en el Instituto de Medicina Legal de la capital jiennense. En el cadáver, los forenses encontraron daños en las piernas, a unos 70 centímetros del suelo, a una altura compatible con la colisión de un automóvil. Los golpes en la cabeza y en un brazo terminaron de confirmar a los responsables del estudio “post mortem” que estaban ante un atropello, sin lugar a dudas. Una de las posibilidades que baraja es que el coche fuera hacia arriba y que después de llevarse a la mujer por delante, continuara su camino. De confirmarse esta hipótesis. La persona que iba al volante, cuando menos, se enfrentará a los cargos de homicidio por imprudencia y un delito de omisión del deber de prestar auxilio. La Comandancia, que guarda silencio sobre los avances del caso, confirma que, además de Tráfico, están implicadas en las investigaciones las unidades de Policía Judicial del Cuerpo y de Seguridad Ciudadana.

Mailin, cuyo padre nació en el Sáhara cuando era una colonia española, residía en Huelma por indicación de un familiar. Aunque en su documentación oficial tiene la residencia en Antequera, sí estaba empadronada en el municipio jiennense desde hace aproximadamente un lustro, como explica su hijo mayor, Ragab. Su casa estaba en el ático del bloque que hay justo enfrente del lugar del atropello y no solía moverse de su vivienda ni del pueblo a la espera de recibir una importante notificación oficial. “Estaba a punto de que le confirmaran que era española de pleno derecho”, apunta Ragab.

Sus seres queridos se esfuerzan por completar todos los trámites necesarios lo antes posible y, de esta forma, trasladar el cadáver a los campamentos de refugiados de Tinduf. Los hijos contactaron con un abogado jiennense para que les ayude en toda la burocracia, mientras concluye el proceso administrativo. El caso está en manos del Juzgado número 4 de Jaén.

Lo ocurrido causó un gran pesar en el municipio de Sierra Mágina e, incluso, el pleno municipal aprobó de urgencia una declaración en la que expresaron su pesar por lo sucedido. Los hijos confían en que se localice al conductor lo antes posible.

los hijos residen en málaga

Los dos hijos tuvieron que viajar a toda prisa desde Villanueva de Algaidas, un pueblo próximo a Antequera, en la provincia de Málaga, donde residen, al conocer la noticia de la muerte de su madre. Esta, viuda desde hace años, hacía vida en Huelma, a donde llegó animada por un familiar. Estaba empadronada y era conocida entre los vecinos de este municipio, de poco más de 6.000 habitantes.

una tragedia cuando aún era de noche

A las 6:20 del jueves, la calle escenario de la tragedia estaba vacía, como declaró un testigo, con lo que todo apunta a que a esta mujer se la llevó por delante un vehículo en torno a las 6:30. Diez minutos más tarde, el Servicio de Emergencias 112 ya tenía un aviso sobre el fatal hallazgo y, rápidamente, acudieron a la zona los servicios sanitarios, la Policía Local, la Guardia Civil y familiares y amigos de la mujer saharaui de 53 años.