“Es un pueblo irreconocible”

Francisco Miralles analiza la gran transformación en cuanto a infraestructuras

07 feb 2019 / 16:43 H.

Villacarrillo puede mirar cara a cara a ciudades de la provincia como Linares o Jaén. Razones no le faltan, ya que Francisco Miralles, su alcalde, asegura que los últimos cuarenta años, los que se cumplen desde la instauración de la democracia, valieron para que hoy Villacarrillo presuma tanto de infraestructuras como de servicios propios de grandes ciudades. “Es un pueblo irreconocible”, afirma.

“Asfaltado, agua potable, iluminación, parques en todos los barrios del municipio y en sus cuatro anejos”, enumera un dirigente al que le faltan dedos en las dos manos con los que contar todas y cada una de las mejoras que sufrió Villacarrillo en las últimas cuatro décadas. Sin embargo, se muestra crítico con algunas cosas que “perdió” su municipio, como el hospital y el instituto comarcal.

“Echamos en falta la autovía A-32 hasta Albacete y el desarrollo industrial de la comarca, aunque eso también ha favorecido el sector del olivar. Villacarrillo tiene la cooperativa más grande del mundo”, indica Miralles, que orgulloso de su pueblo y de sus gentes, le duele ver cómo la “despoblación es un problema” que asola el municipio. “Hemos pasado de tener 20.000 habitantes a apenas 10.800”, apostilla Miralles, a la vez que sentencia: “Nuestra zona es de las más olvidadas de la provincia de Jaén”. No todo son problemas, carencias y trabas, el alcalde Villacarrillo manifiesta el gran cambio que se experimentó en los últimos cuarenta años de democracia. “Ha sido muy importante. Hemos ganado en servicios sociales, donde la mujer ha tomado un papel muy importante”, dice. Asimismo, expone cómo se materializaron estos avances, por ejemplo, en el Centro de Servicios Sociales, el de Día para menores, de los cuáles solo hay dos en la provincia, y las tres residencias, la de mayores, la de personas con discapacidad y el centro ocupacional. “El desarrollo de los servicios sociales ha sido un factor clave para la incorporación de la mujer al mundo laboral”, incide el alcalde.

Desde que ostenta el cargo, Miralles lleva siempre un lema por bandera. “Estuve, estoy y estaré”. En esta línea, y sobre el compromiso con su pueblo y las reivindicaciones que manan del mismo, indicó: “Estuve en las concentraciones por la autovía A-32 con el Ejecutivo central de Zapatero, cuando estuvo Rajoy y estaré gobierne quien gobierne”, sentencia.

A la nueva Junta le pide que no le quiten lo que les pertenece. “Los cambios son buenos y el Partido Socialista no debió perdurar tantísimo tiempo en el poder”, apostilla, al mismo tiempo que pide paciencia. “No podemos pretender que lo que no se ha hecho en 40 años se haga ya”, dice un alcalde que “reivindicará todo aquello que considera de ley” sin importar qué formación política esté al frente.

Asimismo, define a la Diputación de Jaén como el ayuntamiento de los ayuntamientos y solo puede dirigir palabras de agradecimiento hacia la Administración provincial. “Fueron los únicos que me ayudaron con un problema de abastecimiento de agua en los anejos. No se me caen los anillos por reconocerlo. Le puse el problema sobre la mesa al diputado Bartolomé Cruz y finalmente se solucionó”, indica un alcalde que, como piensa que cuatro años son pocos en el poder, tiene en mente volverse a presentar para llegar a los ocho, un periodo de tiempo que considera suficiente.