Esperanzados en las nevadas para ver “renacer” el río Segura

Esperanzados en dejar atrás una imagen desoladora a la que no están acostumbrados los serranos. El Nacimiento del Segura, junto a la aldea de Fuente del Segura, en Santiago-Pontones, no ha recuperado a lo largo del otoño su habitual estampa de una fuente que brota de una gran poza, una cueva sumergida, de aguas cristalinas. “Durante 2005, tardó mucho en brotar”, recuerda el alcalde, Pascual González, pero nada que ver con lo de este año. “Es extrañísimo que en estas fechas el agua no brote”, añade. Él, desde que tiene uso de razón y le alcanza la memoria, siempre ha visto el nacimiento con agua. Todo, como explica, consecuencia del déficit hídrico acumulado. Es este acuífero, en la zona más alta, la primera en delatar las consecuencias de la sequía. De hecho, tal y como recoge el informe del proyecto “Conoce tus fuentes”, al tratarse de la surgencia más alta, “es más vulnerable que otras a la sequía y se llega se agotar en ciertos periodos” —excepcionales, como apunta— frente a otros húmedos en los que arroja “fantásticos caudales”. En este inicio de 2018, apenas se ve algo de agua en el fondo de la cueva, imagen que solo se suele ver en verano, especialmente los más secos.

Ante este panorama, la esperanza está puesta en las nieves que ya se recogen este invierno en esta zona del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. Han sido cinco hasta el momento las nevadas que se han registrado en Santiago-Pontones, pero solo la última ha sido suficientemente copiosa. “Las primeras no han pasado de entre tres y seis centímetros, es poca nieve”, asegura el alcalde. La última, con la que se despertaron este mismo lunes, con unos treinta centímetros de espesor, mejora la media. “Habrá que esperar para ver si se recargan los manantiales con lo que se recoja en las zonas más altas, en los Campos de Hernán Perea”, reflexiona el alcalde. Si son suficientes las precipitaciones, en los próximos meses, este emblemático nacimiento volverá a recuperar su mejor aspecto.

Y es que el Nacimiento del Segura seco es una imagen que sorprende a vecinos y visitantes. De hecho, como reconoce Pascual González, llama especialmente la atención a todos aquellos que llegan desde la vecina Murcia para ver el nacimiento de “su” río. “En el mes de noviembre, ante imágenes como esta, me llegaron a llamar en varias ocasiones para entrevistarme desde medios de esa región. El déficit de agua es estratégico. Cuando vienen y ven que no hay agua, les llama mucho la atención”. De hecho, los datos en la cuenca del Segura son preocupantes ya que mientras que el resto del país tiene un 40% de la reserva hídrica, en esta cuenca apenas llega al 14,6% esta misma semana.