Fraternidad entre pueblos
Habitantes de Vados de Torralba y Torrequebradilla, unidos gracias a San Isidro
Vados de Torralba y Torrequebradilla, dos núcleos cercanos pertenecientes al municipio de Villatorres, están más hermanados, si cabe, desde este fin de semana. Sus habitantes disfrutaron ayer de una jornada de fraternidad en torno a la imagen de San Isidro Labrador. Residentes en las dos pedanías partieron juntos desde el templo de la Santísima Trinidad de Vados. La marcha común estuvo marcada por la alegría. A la altura del Molino, el párroco, Germán García, realizó la bendición de los campos, que coincidió con la oración del ángelus. El recorrido desembocó en El Soto, un espacio poblado de frondosos eucaliptos. Allí se ofició una eucaristía marcada por la sintonía entre los habitantes de las dos aldeas de Vilatorres. La iniciativa, una novedad este año, se enmarca dentro de la misión y conjuga la devoción que existe hacia San Isidro con el espíritu de fraternidad, que quedó también patente en la comida y en el camino de vuelta. El pedáneo de Torrequebradilla, Jorge González, y su homólogo de Vados, Francisco de la Cruz, disfrutaron, como dos vecinos más, de la jornada de alegría. Los lemas elegidos para el encuentro fueron “Caminando con María en el sueño misionero de llegar a todos” y “Formando juntos una gran familia donde nadie se quede fuera”. Ambas máximas se cumplieron en la propuesta. La idea, para la primavera de 2020, es trasladar la celebración romera conjunta hasta los alrededores de Torrequebradilla, donde también tiene gran tirón San Isidro.