Insólitos escenarios rurales para disfrutar del festival Música en Segura

Una iglesia restaurada del siglo XVI, unos baños árabes, una aldea en plena montaña y una fábrica de aceite son algunos de los enclaves de la tercera edición de la cita, que se celebra del 11 al 15 de mayo

09 may 2016 / 11:45 H.

Está a punto de comenzar la tercera edición de Música en Segura, festival que reúne en Segura de la Sierra del 11 al 15 de mayo a figuras carismáticas de la música clásica, el flamenco y el tango. Ya están vendidas gran parte de las entradas, aunque siguen a la venta en la web del festival, además de las que puedan quedar en taquilla. Algunos de los conciertos y actividades son gratuitos. “Estamos impresionados por el apoyo popular que concita el festival porque la campaña de mecenazgo colectivo ha sido de nuevo un éxito. Este año, además de contar otra vez con voluntarios, hay también familias que acogen generosamente a músicos en sus casas”, afirma su director, el clarinetista Daniel Broncano.

Esta edición cuenta con grandes artistas como el barítono surafricano Njabulo Madlala y la orquesta de cuerdas franco-suiza Camerata Alma Viva. El flamenco y el tango estarán representados por Esperanza Fernández y Guillermo Rozenthuler, dos de las voces más reconocidas actualmente en sus respectivos géneros. Según Broncano, “Música en Segura ya ha consolidado un público fiel y entusiasta que sabe disfrutar de la magia que se crea al sentir la música en los escenarios históricos y naturales de un pequeño pueblo como Segura de la Sierra, encaramado en lo alto de una montaña”.

Los escenarios a los que Broncano se refiere son tan evocadores como las Baños Árabes de Segura de la Sierra, la vieja era de la aldea de Moralejos, distintos rincones y calles del pueblo y la Iglesia de los Jesuitas del siglo XVI, adaptada en la actualidad a usos culturales y que es la sede principal de los conciertos. Pero Música en Segura sale este año de Segura de la Sierra para que Mendelsshon y Shostakovich suenen en un lugar tan inesperado como el patio techado de la fábrica de aceite de la cooperativa de Orcera. “¿Por qué no sacar la música clásica de sus ámbitos tradicionales y llevarla a un ambiente industrial que es tan familiar para nuestros agricultores y que también tiene su belleza?”, se pregunta el director del festival, convencido, además, de que servirá para asociar la calidad del aceite de Jaén con la de la música que se va a interpretar.

Paralelamente a los conciertos, el público podrá disfrutar de un amplio programa de actividades paralelas, como la degustación de productos de la provincia a través de Degusta Jaén, una cata de vinos de la zona, una charla informal con los músicos en torno a un aperitivo, talleres de canto y una exposición de fotos de la Sierra de Segura. El festival está organizado por la Asociación de Amigos de Música en Segura y cuenta con el apoyo de diversas entidades privadas y públicas, entre las que destacan la fundación holandesa Henri Moerel y la Diputación de Jaén.