Desaparecidos tres niños de un centro de menores de La Carolina
Manuel M. M. está detenido en los calabozos de la Policía Local de La Carolina desde el martes. Este hombre, de 47 años, es vecino de la capital jiennense y esa jornada había acudido al Centro de Menores San Juan de la Cruz del municipio carolinense, unas dependencias de la Administración andaluza, en la que se encontraban estos pequeños, por haber asumido la Junta de Andalucía su custodia de forma temporal. Según pudo saber este periódico, este hombre denunció la desaparición de sus tres descendientes, de 2, 5 y 8 años, pero su relato no convenció a la Benemérita, tanto es así, que terminó arrestado al poco tiempo.
La sucesión de hechos comienza en el centro público, de donde salieron los menores para no volver a entrar. El progenitor había acudido para visitar a sus tres hijos, en un encuentro concertado, autorizado conforme al régimen de visitas previsto y en el que tenía que estar presente un psicólogo del centro. Una de las posibilidades que se baraja es que este profesional, confiando en exceso en el padre, lo dejara solo con los niños. Poco después, sobre las cinco y media de la tarde del martes, en el parque del populoso barrio de La Estación, muy cerca de la jefatura policial, se pierde la pista de los tres pequeños. Es una zona de casas unifamiliares, con instalaciones deportivas y, aunque en las afueras del casco urbano, concurrida por tener la residencia allí muchas familias carolinenses.
Manuel M. M. acudió a una tienda cercana para comprar chucherías, esto está confirmado. Los niños se habían quedado en el parque, según él, que también aseguró que, al volver a por ellos, no estaban. Así se lo explicó al propio comerciante. Después, se dirigió a la Comisaría de la Policía Local. Los agentes que le atendieron, lo tranquilizaron y le recomendaron poner su problema en manos de la Benemérita. Los guardias civiles no tardaron mucho en hacerse cargo de las investigaciones. El caso implica a menores y, en situaciones como estas, desde el primer minuto se activan unos protocolos mucho más rápidos que cuando los ausentes son adultos. A partir de los 18 años, no se comienza la búsqueda de un desaparecido, normalmente, hasta que transcurren 24 horas. El padre fue preguntado por lo ocurrido y aportó sus explicaciones a los agentes del Cuerpo, pero algo les hizo sospechar. Tanto es así que se decidió detenerlo. La imputación que pesa sobre él es la de ser un colaborador en la desaparición de los niños, lo que implica que hay más personas involucradas en lo ocurrido, aunque, por el momento, se desconoce quiénes. Desde el primer momento, como aclararon fuentes cercanas al caso, se negó a participar de forma activa en la búsqueda, lo que aumentó los recelos sobre su relato. De hecho, el portavoz de la Comandancia confirma que, en estos momentos, todas las líneas de investigación están abiertas.
Hay que descubrir lo antes posible si los tres niños están en La Carolina o los alrededores. Patrullas del Instituto Armado inspeccionaron e inspeccionan algunos lugares relacionados con la desaparición, como los juegos infantiles del parque, el resto del casco urbano y el término y otros municipios cercanos. Esta decisión directa incumbe a la Tercera Compañía de la Benemérita en la provincia, es decir, la de la zona de influencia del cuartel carolinense, un área que se extiende a los puestos de Vilches o Arquillos. Ayer por la tarde, de hecho, un importante despliegue de la Guardia Civil llamó la atención de los conductores que circulaban por la Nacional 322, a la altura del cruce de la Estación Linares-Baeza. El aviso también se ha cursado al resto de cuarteles del Instituto Armado, a todas sus unidades, desde el Seprona a la Unidad de Seguridad Ciudadana o Tráfico, y también a otros cuerpos y fuerzas con presencia en la provincia. A medida que avancen los días, en caso de que se estime necesario, pueden desplegarse en medios como helicópteros, patrullas en moto o a caballo, que peinen el campo y otras áreas de difícil acceso y, llegado el caso, también participarán las unidades caninas, perros expertos en la localización de personas. Operaciones de este tipo ya se vieron, el verano pasado, en El Condado, a raíz de la desaparición de una joven arquillera y también en Villacarrillo, después de que, en 2013, desapareciera un temporero maliense. Pero esta no es la única acción de la Guardia Civil. Hay una orden de búsqueda de los pequeños por todo el territorio nacional, porque, ciertamente, esta cuestión es clave. El padre arrestado, aunque residente en Jaén, tiene familia en Barcelona, Madrid o Córdoba y no hay que olvidar que La Carolina, la última residencia de los pequeños, tiene salida directa a la Autovía A-4, una de las principales vías de comunicación de España, que permite llegar en horas al centro del país o las costas andaluzas y que es uno de los caminos hacia el Levante. La forma de encarar el caso, por lo tanto, es prioritaria para la Comandancia, por lo que, ayer, hubo una reunión al más alto nivel en las dependencias carolinenses del Cuerpo.
Una de las posibilidades que se contempla es que el padre, ante la certeza de que los niños iban a ser dados en acogida, optara por “secuestrarlos” para mantenerlos cerca de su entorno, aunque, por el momento, no hay una comunicación oficial a este respecto.
El Centro de Menores San Juan de la Cruz está especializado en programas de acogida inmediata y de residencial básico. Atiende a menores de siete a 18 años, nacionales o inmigrantes no acompañados de los sexos. Al frente hay un director, un subdirector, psicólogo, una trabajadora social, 12 educadores y tres monitores.