La Junta resta trascendencia a la polémica por la montería

Juan Eugenio Ortega destaca el papel de la actividad cinegética en Cazorla

02 mar 2017 / 11:28 H.

La difusión de unas truculentas fotografías en las que se observan piezas decapitadas y evisceradas entre mucha sangre disparó el descontento por las monterías en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. Incluso, grupos como Izquierda Unida registraron peticiones para que la Junta de Andalucía prohíba tal práctica en el espacio protegido. Frente a esta situación, el delegado territorial de Medio Ambiente, Juan Eugenio Ortega, explica que se abrieron “diligencias previas”, aunque hace hincapié en que se realizó “con normalidad” y “total control” por parte de los agentes de Medio Ambiente.

Asimismo, comentó, en una rueda de prensa, que el viernes día 3, sobre las nueve de la mañana, le “hicieron llegar un escrito pidiendo la suspensión de la montería”, tras lo que se reunió con el secretario general, el jefe de servicio y el coordinador provincial de agentes de medio ambiente. “Y vimos que no podíamos suspender una montería de un día para otro”. En cambio, incidieron a los agentes en un “mayor control”, sobre todo en niveles de seguridad. “El único problema que ha habido ha sido la junta de carne”, dijo en alusión a la imagen publicada sobre la misma. En este sentido, consideró que, “si bien puede resultar desagradable”, corresponde precisamente a ese momento en el “las reses son analizadas por un veterinario, como obliga Sanidad, para corroborar que su carne, muy valorada para consumo, no porta enfermedad alguna”. Por su parte, el alcalde de Cazorla, José Antonio Rodríguez, lamentó “la mala imagen que se quiso dar del parque y su repercusión cuando se trata de una cuestión que se aborda y está totalmente controlada con todos los agentes implicados en el territorio a través de la Junta Rectora del Parque” y de su Comisión de Desarrollo Sostenible”. Rodríguez señaló que una junta de carne “no es agradable, pero es obligada por Sanidad”, por lo que quizás sea necesaria “más cautela” en este aspecto. El alcalde de Quesada, Manuel Vallejo, defendió, asimismo, el valor de la actividad cinegética como un activo importante del parque, además de ser un instrumento necesario para controlar la “superpoblación” de especies que ocasionan “numerosos daños y pérdidas en el olivar y huertas de la campiña”. Junto a ello, Vallejo situó esta polémica en “la estética de la caza” e instó también “a cuidar mucho la estética”. En este sentido, el delegado de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio explicó que en la reunión que mantuvo con empresarios del parque hicieron propuestas “razonables” que estudiarán en la comisión de desarrollo sostenible. Entre ellas, manifestó que “no se van a hacer juntas de carne en los espacios de uso público y en las proximidades de senderos o vías pecuarias que estén abiertas”.

Igualmente, Ortega defendió la gestión de las Junta en la Reserva Andaluza de Caza de Cazorla y Segura. Indicó que el parque se catalogan 2.228 especies, 215 plantas endémicas ibéricas, 110 andaluzas y 30 locales, que solo se pueden encontrar en la provincia. “Mantener esta riqueza y compaginarla con otros recursos como la caza se hace necesario porque en el parque no hay depredadores naturales”, declaró.