“La Remediadora” es recibida con gran júbilo en Ibros

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Ibros se engalana estos días para celebrar sus fiestas grandes. Cada 3 de mayo, el municipio de La Loma festeja a Nuestra Señora de los Remedios. Aunque, las celebraciones dieron comienzo un día antes con varios actos litúrgicos en honor a su patrona. Tras la misa presidida por Juan Antonio Marín y el pregón a cargo de Juan del Arco Moya, la imagen salió en procesión. En la Plaza del Ayuntamiento, junto a la Parroquia de San Pedro y San Pablo, no cabía ni un alfiler a la espera de verla por sus calles. Entre los ibreños, la patrona es más conocida como “La Remediadora”. Los cerca de 2.800 personas que habitan el municipio tienen una relación especial con la Virgen de los Remedios. Esto se ve en el sentimiento de unión que se respira en el municipio durante estas fechas. “Sus pensamientos y su mirada están puestos en una sola imagen”, comparte Juan Matías Reyes, alcalde de Ibros. Un pensamiento que comparte Teresa Mendoza: “Aquí ni hay política, ni gustos, aquí a todo el mundo le gusta la Virgen. Desde que nace un niño, se le hace cofrade”.

Fieles al respeto por las costumbres, Ibros celebró ayer una procesión que bebe de la tradición. Desde su salida de San Pedro y San Pablo, sigue un itinerario que simula el antaño traslado hasta el templo que se hacía desde su desaparecida ermita. Un recuerdo que se vivió con intensidad anoche en su primera salida. Una de las particularidades de esta imagen es la corona de pétalos que la envuelve en su trono. Flores naturales todas ellas que se le ofrecen en grandes cantidades durante todo el año, pero especialmente en estas fechas. Todo con el objetivo de que la Virgen de los Remedios salga con sus mejores galas y repleta de hermosura bajo el cielo estrellado de Ibros.

Ibreñas como María Galán intenta venir todos los años desde Barcelona para revivir estos días y “tener la suerte de disfrutarla cerca”. “No faltamos ni un año a las fiestas, es algo que se nos inculca y que nos mueve desde que somos pequeños. No se puede explicar”, manifiesta, igualmente, Maribel Moreno. Rafael Hurtado es hermano de la cofradía desde los cinco años, de lo que se siente eternamente orgulloso: “Para nosotros, es lo más sagrado que hay y es importante que vengan jóvenes”. “Es importante que costumbres como estas no se pierdan, pasen cincuenta años o pasen los años que pasen. Lo que vivimos es único”, apostilla Encarna Moreno.