La temporada de cría acaba con 13 huevos de quebrantahuesos

Trabajo en Cazorla para optimizar el nacimiento de pollos las próximas semanas

27 ene 2019 / 11:21 H.

Avance esperanzador. La temporada de cría del quebrantahuesos en Cazorla se acaba de cerrar con la puesta de trece huevos, uno menos que en la edición anterior, que ya marcó máximos. Esto abre expectativas de que nazca alrededor de una decena de pollos, savia nueva que sustentará las políticas de consolidación y reintroducción. La especie, en peligro de extinción desde hace décadas, es la rapaz de mayor envergadura de Europa. También conocido como buitre barbudo, el animal solo resiste, en España, en los parques naturales de las sierras de Cazorla, Segura y Las Villas y en los Pirineos. Fuera del territorio nacional, quedan poblaciones en regiones montañosas del centro y el este de Europa, África y Asia.

La temporada se abrió el pasado puente de diciembre con la puesta de un huevo por parte de Keno y se cerró el 21 de enero, cuando Toba hizo lo propio. El Centro de Cría del Quebratahuesos jiennense hace un seguimiento con el fin de que haya el máximo número de eclosiones y que los pollos que nazcan se conviertan en adultos. Uno de los aspectos más positivos radica en que dos ejemplares intentan reproducirse en libertad, con una puesta protagonizada por Hortelano y Marchena. En los próximos días, los nuevos ejemplares comenzarán a romper el cascarón. Es algo cada vez más frecuente, ya que los programas centrados en el quebrantahuesos aumentan la viabilidad de estos animales.

El Centro de Cría de del Quebrantahuesos de Cazorla, inaugurado en 1996, es gestionado por la Fundación Gypaetus. Ahora cuenta con seis parejas reproductoras: Elías y Viola, Lázaro y Nava, Joseph y Keno, Andalucía y Salvia, Borosa y Toba y Tranco y Sabina. La muerte de Corba, a los 45 años, truncó una séptima, la que formaba con Cabús. Otros dos especímenes jóvenes todavía no se han apareado, aunque la temporada pasada comenzó el ritual que culmina en el emparejamiento. El año pasado, de catorce huevos subsistieron ocho pollos..

La iniciativa pretende conseguir una población autónoma y estable de la especie en la región mediante la liberación de jóvenes ejemplares por el sistema de la cría campestre o “hacking”, una técnica, originalmente utilizada en cetrería, se persigue lograr que el ejemplar asimile el área de la suelta como su lugar de nacimiento y, por tanto, regrese a ella para asentarse y reproducirse. Desde 1996 han nacido en la provincia 86 pollos, de los cuales 76 sobrevivieron. Las instalaciones del centro se hallan en el paraje de la Nava de San Pedro, a unos 1.300 metros de altitud y en un espacio protegido. Las principales amenazas para el quebrantahuesos son la degradación de su hábitat, el furtivismo y la escasez de carroña.