Los vuelos pioneros de Europa

El mundo de la aviación no tripulada centró su mirada, a primeros del año pasado, en el municipio de Villacarrillo, después de alcanzar un importante avance, calificado como hito histórico, que supuso el primer vuelo automático de un dron de más de veinticinco kilos conseguido en España hasta una distancia de veinte kilómetros, más allá del alcance visual. Más de un año después, vuelve a acaparar la atención de los focos y se confirma como un espacio referente en investigación aeronáutica. Esta vez, fue de la mano del consorcio europeo Ariadna, que ha logrado completar los primeros ensayos de vuelo simultáneo en un aeropuerto convencional de un dron, en presencia de una aeronave tripulada.

Según informó el organismo científico, la experiencia, que fue realizada en el Centro de Vuelos Experimentales Atlas, ubicado en Villacarrillo, se trata una de las primeras experiencias de viaje que se desarrollan en Europa para que un dron pueda operar en el ámbito del tráfico de un aeródromo convencional. Es decir, se dan nuevos pasos para que ambas naves puedan volar en el mismo espacio sin entorpecerse los unos a los otros.

Para garantizar el éxito de una prueba pionera en el Viejo Continente, los ejercicios se ejecutaron en dos fases. En la primera, un avión no tripulado de ala fija, denominado Viewer, voló e hizo diversas maniobras en el aeródromo mientras, de forma simultánea, operaba la nave tripulada MRI P2006T de Indra. Un controlador supervisó, en todo momento, la operación, tal y como haría en una situación real. De esta manera, dio las correspondientes instrucciones a las aeronaves. El piloto remoto del dron —que monitoriza la aeronave desde tierra en todo momento— dispuso de los datos de la posición de ambos proporcionados por un receptor. Con eso, se mejoró su conciencia sobre su posición en todo momento.

En la segunda parte del ejercicio, se utilizó otro dron —el helicóptero no tripulado Logo— con el que se validó la viabilidad de realizar procedimientos de aproximación y aterrizaje. Se intentó demostrar, y se logró, la capacidad de estas aeronaves para operar en un aeropuerto en las mismas condiciones que un avión convencional cualquiera.

El proyecto Ariadna es impulsado por un consorcio de empresas e instituciones del sector aeronáutico español, compuesto por Indra, como coordinador y socio industrial de RPAs; Enaire, como gestor de navegación aérea en España; Crida, como centro de investigación en gestión del tráfico aéreo, y Fadacatec, como espacio de investigación y operador. El proyecto es una de las demostraciones respaldadas por la firma Sesar para integrar a los drons con seguridad en el sistema europeo de gestión de tráfico aéreo.

El consorcio Sesar es una asociación público-privada que reúne el conocimiento y recursos para definir, investigar, desarrollar y validar soluciones. Fundada por la Unión Europea y Eurocontrol, cuenta, en la actualidad, con quince miembros, que junto con sus socios y empresas afiliadas, representa a más de ochenta compañías que operan dentro y fuera de Europa. También trabaja estrechamente con asociaciones profesionales, reguladores, operadores de aeropuertos y la comunidad científica. También coordina la implementación del Proyecto Piloto Común de la UE.