Mal tiempo que se torna en alegría

En el pueblo de Santiago de Calatrava, con menos de setecientos habitantes empadronados, se vivió una hermosa paradoja en las fiestas de San Sebastián. Después de varias semanas de tiempo totalmente seco, durante la noche y primera hora de la mañana llovió. Eso se tradujo en que la participación en las celebraciones, ya de por sí abundante, resultara máxima. En esto también influyó la circunstancia de que el día coincidiera con un domingo. El agua obró el “milagro” de que en todos los tajos olivareros de la zona —actualmente en el fragor de la recolección— se parara.

La alcaldesa santiagueña, Rocío Zamora, se muestra satisfecha con el resultado de las fiestas de este año y del hecho de que el patrón estuviera muy acompañado. “Se han visto muchas caras de fuera”, manifestó la dirigente muncipal.

Los sencillos actos arrancaron, en torno a las doce y media del mediodía, en la iglesia de la Virgen de la Estrella. El templo parroquial lucía repleto, como ocurre cada años en unas ocasiones tan especiales. El párroco, Juan Ángel Delgado, ofició una eucaristía repleta de sentimiento y de mensajes de fraternidad. La ceremonia fue amenizada por un coro de Martos, municipio situado a menos de veinte kilómetros de Santiago. Al término del acto religioso, el lugar acogió la entrega de los premios de la tercera edición del concurso Conoce a Tu Patrón, una iniciativa en la que se dan la mano la cofradía y el Ayuntamiento. Los menores distinguidos fueron Abraham Gordo, Sofía Ruiz y Francisco Susín. Los tres y el resto de participantes en el certamen dieron lo mejor de sí para plasmar sobre el papel el espíritu de la fiesta local. A la salida de la iglesia, los cofrades tenían un cita en el restaurante Pica-Pica. Allí se sortearon el cargo de hermano y de abanderados. En el primer caso el afortunado es José Gordo.

La cita más esperada era la procesión, que salió pasadas las seis y media de la tarde. Como el ambiente meteorológico se había estabilizado totalmente, pudo celebrarse el recorrido de costumbre. Como resulta habitual desde hace años, la banda de música de Lopera acompañó el desfile. Numerosas personas, tanto de Santiago de Calatrava como de otros puntos de la provincia, de Andalucía —el territorio de Córdoba está muy cerca— y de España —volvieron muchos emigrantes— se dejaron ver en las calles para presenciar el glorioso paso del mártir. Las calles santiagueñas estaban adornadas para la ocasión. Ya de noche, una vez concluida la procesión, se cumplió el ritual en el que los hermanos salientes son acompañados hasta sus domicilios. Se trata de una forma peculiar y humilde de despedirlos y de darles las gracias por todo un año de esfuerzo para que los actos programados para el patrón brillen, tanto los preparados en el mes de julio con motivo de Santiago como los de cada 20 de enero.