El sector de la hostelería estrena un nuevo “Capricho”

David Ramírez abre un gastrobar donde predomina el oro líquido de Jaén

11 jun 2018 / 08:02 H.

La cocina está en continuo cambio o reinvención. Cada vez se busca más la mezcla de los sabores de antes con las nuevas técnicas en los fogones. Y, en Mancha Real, también se busca que todo ese trabajo en las cocinas predomine el oro líquido. Es por este motivo que el hostelero David Ramírez García, que regenta el restaurante del Círculo Cultural de Mancha Real, dio un paso adelante para dar a conocer su nuevo proyecto, porque para él era un sueño poder juntar su tierra con su trabajo.

David Ramírez confesaba que siempre le gusta innovar e intentar servir al mayor número de personas. “Me gusta mi trabajo y siempre intento superarme a mí mismo”, dijo el hostelero. Esa superación es la que llevó a Ramírez a abrir su “Capricho” donde se encuentra una mezcla de hostelería que, hasta el momento, no se explotó en Mancha Real y que piensa que será “un buen reclamo”, no solo para los mancharrealeños, sino para todos los que hasta allí se acerquen.

ESTRENO. Desde que el viernes abriera sus puertas por primera vez, la acogida es un éxito, tal y como afirmaba su creador. A la inauguración acudieron multitud de familiares y amigos que quisieron apoyar a David Ramírez en esta nueva andadura. Hasta allí también se acercaron miembros de la almazara Cruz de Esteban de cuyo producto, su aove Olivo Real, sirve de decoración de este gastrobar, por lo que es uno de los productos principales de la carta de Capricho. El nuevo establecimiento es un lugar moderno y atrevido, donde poder tomar una cena con un punto diferente ya que la cocina está a la vista del cliente y se ve perfectamente la elaboración sin esconder nada. Además, los clientes pueden pasar a la terraza y zona “chill-out” para disfrutar de unas copas en un ambiente relajado, con música en directo y en donde los más pequeños también podrán divertirse con sus padres al contar con una ludoteca.

La crisis provocó que muchos negocios hostelero en Mancha Real tuvieran que cerrar sus puertas y los pocos que se mantuvieron lo hicieron a duras penas, pero poco a poco se vio luz al final del túnel y es por esto que la ciudad vuelve a recuperar su esplendor de antaño de la mano de locales como El Palmera, Camacho, Casa José o Casa Tomás, Bar Salamanca, Chamorro y una amplia lista que creció estos últimos años con la incorporación de D’Jota, Versus, La Tabernilla, la Abadía del Monje, entre otros. El que los propios mancharrealeños inviertan en su pueblo, con la creación de lugares nuevos de restauración y ocio, puestos de trabajo y sobre todo buscando revitalizar la hostelería es algo que hay que reconocer, ya que son los mismos vecinos de Mancha Real los que buscan volver al esplendor que su municipio tuvo años atrás.