Toda una generación mancharrealeña coloniza Mallorca

Un grupo de vecinos del municipio se embarca en una experiencia en busca de un trabajo y una vida mejor

30 ago 2017 / 10:57 H.

El paro juvenil es un hecho que preocupa especialmente a los vecinos de Mancha Real, y es que esta tasa subió, de manera continuada, en los últimos diez años. En 2007, con una población de 10.616 habitantes, el municipio contaba con una tasa de paro del 6,72%, mientras que en los últimos estudios el incremento de población a 11.194 también conllevó un aumento de personas desempleadas que llegó al 14,82%.

Los jóvenes mancharrealeños tienen que salir fuera en busca de trabajo, ya sea algo temporal o de largo plazo. Y por este motivo, al inicio del verano muchos de estos jóvenes se marcharon a probar suerte a la isla de Mallorca, donde la afluencia de veraneantes en las costas baleares les trajeron el tan necesario trabajo, así como un sinfín de nuevas experiencias.

DECLARACIONES. Juan Antonio Bolaños es uno de estos mancharrealeños que se fueron a principios de junio a “colonizar” la isla. El joven comentaba que su marcha surgió al quedarse sin trabajo. Desde junio estará allí hasta finales de octubre.

“Mallorca me parece que es un paraíso, cada ciudad, cada playa o cada cala esconde algo especial”, explicó bolaños. Para Paqui Ceacero, esta fue su forma de salir fuera y experimentar un verano diferente. Explicaba que en mayo le ofrecieron la oportunidad de ir a Mallorca a trabajar de socorrista en las calas del municipio de Santanyí. A pesar de que al principio no estaba muy segura de aceptar la oferta por tener que estar durante unos meses lejos de su familia y amigos, al final decidió aceptar el desafío y volar a la isla. Paqui confesaba que no dejaba de pensar en el trabajo que le iba a costar adaptarse a esta nueva situación, pero el trabajar y convivir con otros mancharrealeños en territorio mallorquín hizo que todo fuese mucho más fácil y llevadero para la joven.

“He tenido la gran suerte de compartir piso con mi paisana Lola León y, gracias a ella, los días aquí se pasan más amenos y está siendo un gran apoyo para mí”. Ceacero estará en la isla hasta finales de septiembre, ya que regresará a Mancha Real para continuar con sus estudios. “A día de hoy me alegro mucho de haber tomado la decisión de venir aquí y, sin duda, algún día volveré a esta isla que me embruja” confiesa la mancharrealeña.

Otro vecino de Mancha Real que se encuentra en territorio mallorquín es Javier Morales. Su historia no comienza como la de Juan Antonio o Paqui, él fue a la isla para visitar a unos amigos y ya que estaba allí aprovechó la oportunidad para dejar unos currículum y tuvo la suerte de conseguir un contrato hasta mayo del año que viene.

Cada uno vive esta experiencia de manera diferente y, aunque todos afirmaron sentir miedo al principio, ahora disfrutan de una aventura inolvidable.