Más de 1.600 aves mueren en los tendidos en tan solo dos años

Entre ellas, especies amenazadas como el águila imperial

07 ene 2017 / 11:31 H.

Centrar la atención sobre la que, a día de hoy, es la principal causa de muerte no natural a la que se enfrentan miles de aves en la provincia, entre ellas algunas protegidas y en cuya reintroducción se trabaja (como el águila imperial o de Bonelli), es uno de los principales objetivos de la Sociedad Ibérica para el Estudio y la Conservación de los Ecosistemas (Siece). “A finales de 2014 pusimos en marcha el proyecto ‘Pon un tendido en tu punto de mira’, con lo que en 2015 nos pusimos como reto el de revisar casi 1.000 kilómetros de estas líneas, en los que encontramos 1.200 aves electrificadas, desde cuervos a búhos reales, águilas de Bonelli e imperiales”, afirma el responsable del colectivo, Francisco Javier Pulpillo.

A partir de ese momento, comenzaron las conversaciones con las compañías eléctricas y agentes de Medio Ambiente, cuya labor ha sido fundamental para, explica, conseguir una reducción en el índice de electrocuciones: “Durante ese periodo se levantaron muchas actas y se elaboró una línea de prioridades. En nuestro caso, revisamos entre 500 y 600 kilómetros de tendido y ya encontramos que la cantidad de aves electrocutadas se redujo a 410. Y es que, las propias compañías se han dado cuenta de que esta cuestión también les supone a ellos un problema y han tomado cartas en el asunto”.

Otro de los logros de Siece ha sido el de conseguir aislar veinte puntos negros. Unos auténticos “campos de minas” en los que se localizan cinco o más animales electrocutados. A ello se suma el aislamiento de cientos de líneas electrificadas: “Ahora, cuando se acomete el arreglo de una torreta se trabaja en el buen camino; y hemos logrado también, durante 2016, que se aíslen 250, algunas peligrosas, con hasta 56 aves electrificadas, como es el caso de una que se encuentra en Porcuna”.

La intención del colectivo es continuar el trabajo en esa línea porque, reconoce Pulpillo, aún queda mucho trabajo por hacer en una situación, insostenible, que además de repercutir en la fauna pone en jaque todos los esfuerzos por recuperar y estabilizar la población de especies amenazadas. “El que se produzcan este tipo de muertes echa al traste no solo el esfuerzo y el trabajo de muchas personas, además de inversiones cuantiosas en los proyectos de reintroducción”, recordó.

La campaña puesta en marcha en Jaén da “el salto” al ámbito nacional

El proyecto puesto en marcha por Siece se ha extrapolado al ámbito nacional bajo el nombre “SOS Tendidos Eléctricos”, en el que participan nueve entidades relacionadas con la conservación de la naturaleza, entre ellas la propia impulsora. Se trata de asociaciones de defensa del medio ambiente, como Ecologistas en Acción, FCQ, SEO/BirdLife y WWF España, pero también están presentes otros profesionales y colectivos dedicados a la conservación de la biodiversidad, como los Agentes Forestales y Medioambientales (Aeafma), los hospitales de animales salvajes AMUS y Grefa o medios de comunicación especializados, como la revista Quercus. “Nosotros estamos enmarcados en la plataforma, aunque está claro que durante este 2017 continuaremos con la labor iniciada”, manifestó el responsable de Siece.

Entre las “peticiones irremplazables” del colectivo está la de promulgar una normativa electrotécnica de aplicación básica en todo el Estado que garantice eficazmente la protección de las aves. También insta a las compañías eléctricas a que asuman el coste de la adecuación de sus instalaciones para compatibilizar su negocio con la conservación de la avifauna, y a las administraciones competentes en materia de conservación de especies silvestres que asuman su responsabilidad en la solución del problema.

“La mortalidad por electrocución de aves es un problema tan acuciante que se debe preparar un plan de actuación para la corrección de los miles de kilómetros de tendidos peligrosos que se reparten por la geografía española”, señalan. Por último, piden que la autorización administrativa de nuevos tendidos eléctricos debe tener en cuenta el riesgo de electrocución y colisión de aves.

proyectos

lince ibérico. El proyecto de conservación de la especie Siece tiene como otro de sus fines sufragar los gastos derivados de las actuaciones para la conservación del felino, como siembras, bebederos o repoblación con conejo de monte, entre otros, para la recuperación de sus poblaciones en Sierra Morena.

casas de vida. Siece se ha convertido en heredera del proyecto que comenzó a fraguarse en el año 2000. En colaboración con administraciones y empresas privadas, realizan acciones a favor de un grupo faunístico globalmente amenazado, las aves ligadas a ambientes humanizados con hábitos cavernícolas.

biodiversidad. Relacionando una buena parte de los fines de Siece con la problemática ambiental derivada de la actividad ligada al cultivo del olivo, Siece tiene un proyecto para contribuir a la mejora de la diversidad biológica en explotaciones agrícolas olivareras.