Monumentales, turísticos y con riqueza aceitera aún por explotar

Los ayuntamientos de Baeza, Sabiote y Canena hacen frente a retos comarcales

09 ene 2019 / 11:32 H.

El alcalde de Canena, José Carlos Serrano, de IU, dice que los que son vecinos de la comarca de La Loma “saben de lo que hablan” cuando hay que hablar del legado del genial arquitecto renacentista Andrés de Vandelvira. El regidor, que, prácticamente, tiene los mismos años que los primeros ayuntamientos constituidos en España en Democracia, no exagera. Sobre el caserío de su municipio, de 1.927 habitantes censados, según el Instituto Nacional de Estadística, se enseñorea el castillo de “factura vandelviriana” que es su mayor patrimonio y que permite a su pueblo codearse, desde la reconocida modestia, con dos de las tres ciudades andaluzas declaradas Patrimonio de la Humanidad, sus vecinas Úbeda y Baeza.

Fue una de las reflexiones del regidor que compartió mesa en el debate organizado por Diario JAÉN, sobre los retos y los cambios experimentados en esta parte de la provincia desde la caída de la dictadura y la llegada de la nueva etapa política de la que disfruta España. Su contertulia, la socialista baezana Lola Marín, sin olvidar que, efectivamente, el aprovechamiento turístico de esta zona es un pilar de su economía, hizo hincapié en la necesidad de sumar esfuerzos para afrontar retos concretos, como la pérdida de población y la necesidad de crear industria. En lugar de “distraer” los esfuerzos para crear una decena de polígonos industriales, tantos como términos hay en La Loma, apostó, por ejemplo, por recuperar el parque empresarial intermunicipal que se atisbó a medio camino de Baeza y Úbeda, es decir, cerca de todos los municipios de una comarca que, como recordó, además de bella, es “cómoda”, por estar todas las poblaciones muy concentradas en el territorio y bien comunicadas.

El otro punto de vista de este encuentro de ideas lo puso el alcaldesa de Sabiote, Luis Miguel López, que lanzó una pregunta, al hilo del hecho indiscutible de que La Loma es la mayor productora de aceite del mundo. “¿Seguro que lo estamos haciendo todo lo bien que podemos”, planteó, convencido, como reconocieron estarlo los dos políticos que le acompañaban, de que es preciso sacar un mayor partido a la industria oleícola para, de esta forma, hacer mucho más que molturar el fruto de la aceituna y venderlo para que otros logren sacar todo su valor añadido. Los tres regidores, cuarentones y con una importante trayectoria al frente de sus respectivos gobiernos locales, estuvieron también de acuerdo en que, más allá de los retos comunes, La Loma disfruta de unos niveles de bienestar y unos servicios públicos que, en gran medida sostenidos gracias a la Diputación, permiten, entre otras cosas, amortiguar la pérdida de población, una tendencia que va más allá de los límites de la provincia y es ya un “mal” de España.