Móviles robados para pagar marihuana en Pozo Alcón

La red desarticulada por la Guardia Civil estaba “jerarquizada y organizada”

11 ene 2017 / 13:57 H.

Las investigaciones de la Guardia Civil que llevaron a desmantelar un punto de cultivo y venta de marihuana en Pozo Alcón arrojan otros datos importantes. Tal y como pudo saber este periódico, en los registros practicados en cuatro inmuebles, además de una nada desdeñable cantidad de maría, los agentes encontraron dos televisores y teléfonos móviles. ¿Que hacían allí? Los primeros datos apuntan a que se trata a objetos robados que les habían hecho llegar a los cultivadores algunos de sus “clientes”. Para pagarse su dosis, los consumidores optaban por el trueque: el botín de algún pequeño asalto a cambio de “chivatos” con droga. En los inmuebles también se encontraron 3.500 euros en metálico, confiscados por los investigadores, al presumirse que el dinero tiene origen ilícito. El caso está en manos de los juzgados de Cazorla y el instructor decretó el ingreso en prisión, sin fianza, para cuatro de los siete arrestados. Se trata de todos los hombres detenidos, mientras que las tres mujeres quedaron en libertad con cargos.

El grupo al que los guardias civiles ponen a disposición de su señoría no son una banda de aficionados. Al contrario, la estructura desarticulada por la Benemérita está “perfectamente organizada” y muy jerarquizada. Había una cabeza pensante y distintos miembros en una red que funcionaba tanto en Pozo Alcón como en el resto de la comarca de este municipio. La Benemérita organizó una importante redada contra el tráfico de droga, una intervención en la que participaron unos noventa agentes del Cuerpo. El objetivo era neutralizar rápidamente puntos de cultivo y distribución de marihuana, una sustancia estupefaciente que se vende al menudeo, es decir, en pequeñas dosis. El despliegue de uniformados fue vasto porque así lo requería el servicio. Y es que los civiles entraron simultáneamente en cuatro viviendas, lo que hace preciso importantes medidas de seguridad y coordinación, para no dar al traste con el factor sorpresa. El despliegue tuvo como escenario el barrio de la Era Alta. Los vecinos hablan directamente de un foco de delincuencia en esta zona del casco urbano, situado en la parte alta del pueblo, a un paseo del centro, mientras que la Guardia Civil continúa con las investigaciones y guarda mutismo sobre posibles avances.

La calle Nueva constituye la principal vía del considerado “punto más conflictivo” de la comarca. En diciembre de 2010, hubo una operación similar a la de ayer en el municipio y también en marzo de 2007, en todos los casos, con un importante despliegue del Cuerpo. Una de las precauciones que adoptan los traficantes es “blindar” sus invernaderos con la colocación de puertas blindadas y otro tipo de elementos de seguridad que hay que derribar.

viviendas con “dueños” que nada saben

La investigación en Pozo Alcón permitió descubrir que algunas de las viviendas estaban a nombre de personas que nada tenían que ver con el negocio de cultivo y venta de marihuana, una táctica que busca despistar a la Guardia Civil. En otros casos, el invernadero y la vivienda de los detenidos estaba en el mismo inmueble, conectada ilegalmente a la red eléctrica.