“Siempre hay obstáculos en el camino pero hay que demostrar tu talento”

19 ene 2018 / 09:38 H.

Lucha, esfuerzo y tenacidad. Siempre tuvo claro lo que le apasionaba y, por más vueltas que le ha dado la vida, ha conseguido empezar a cumplir su sueño. Vicky García es de Andújar y diseñadora de moda flamenca. No es la primera ni la única en esta ciudad y este sector pero su historia se distingue por la forma en la que se ha reinventado hasta estar a las puertas —mañana mismo— de presentar su segunda colección en la plataforma de nuevos talentos de We love flamenco, en Sevilla. Se llama Sirenas y es, como reconoce, el gran abanico de presentación de mucho de lo que tiene que aportar desde su propia firma, Volantes con aire de fiesta.

Su idilio con la moda comenzó cuando tenía 16 años. “Me encantaba hojear revistas, leer sobre los diseñadores y, sobre todo, dibujar. En aquella época ni se le pasaba por la cabeza cómo sería hoy su realidad y, en su entorno, tampoco parecía el mejor plan: “Mi madre me decía que tenía que estudiar”. Y así, con 18, se matriculó en Informática. Ahí empezó una época de mucho esfuerzo para compatibilizar la decisión más “racional”, la de los estudios universitarios, con la pasional, la del diseño de moda. “Hice unos cursos de patronaje industrial. Aprovechaba que me pagaba el autobús mi madre para ir a la Universidad y, por las tardes, aprendía todo lo que podía”, recuerda. Así encadenó pequeños trabajos, como uno de arreglos de trajes de hombre en el antiguo Corte Inglés. Cuando terminó Informática, con 20 años, se volvió a matricular, en este caso, en Administración de Empresas. “Empecé a trabajar en talleres de confección. Empezaba a las seis de la mañana, para después poder comprar telas para los diseños que yo hacía”, recuerda. “En vez de salir tanto como otras niñas, me encerraba en mi cuarto a coser”, añade. “Ahí era impensable tener mi propia empresa”, dice. “Me quitaban las ganas diciéndome que había mucha competencia”, asegura. Y siguió formándose, en este caso, en Joyería, en Córdoba. Hace cinco años, tras una etapa de ocho que dedicó a dirigir su negocio de decoración y joyería en Lahiguera durante los que “aparcó” la costura, se dijo aquello de “zapatero a tus zapatos” y fundó su propia empresa. En este tiempo, ya hizo una presentación de su primeros diseños en un desfile benéfico y ha puesto todas las herramientas para empezar a “funcionar”. Tiene página web, presencia en redes y dos chicas que trabajan con ella, a media jornada, en su taller. “Siempre te encuentras inconvenientes en el camino, pero tienes que rodearte de un gran equipo y demostrar tu talento. Yo me he demostrado que podía llegar”, reflexiona.