Noalejo estudia exponer sus dos Sábanas Santas al público

Datadas en 1527, cinco años antes del incendio en Chamberí, son las más “fieles”

18 oct 2017 / 10:39 H.

Llegaron a Noalejo en 1548 y son su gran “tesoro”. Ahora, la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, con el respaldo de la Diócesis de Jaén y el Ayuntamiento, quiere mostrarlas para su veneración. De hecho, se trabaja en la idea, como adelanta el alcalde, Antonio Morales, de adecuar un espacio idóneo para su exposición y conservación, que podría requerir una inversión en torno a los 18.000 euros. El proyecto, como reconoce el vicario general, Francisco Juan Martínez Rojas, le fue presentado por el párroco, Juan Jiménez Lomas: “Me explicó la idea de adecuar una sala en la que ya se custodian objetos litúrgicos para exponerlas en los soportes adecuados”. Recuerda, en este sentido, dos iniciativas divulgativas en las que ya colaboró la Diócesis, como una exposición en el Seminario en 1999 en las que se mostraron y una conferencia celebrada en 2014 en la Catedral.

En la actualidad, como explica el historiador local Francisco Javier Martos Ortega, las dos Sábanas Santas de Noalejo se custodian en la parroquia a la espera de encontrar un espacio “adecuado” en la iglesia y los medios necesarios para que pudiera estar “dignamente en veneración y con suficientes garantías de conservación y seguridad. La historia que une estas reliquias a Noalejo, como explica, se remonta a 1548, cuando Mencía de Salcedo, dama de la Corte de Isabel de Portugal, esposa de Carlos V, recibe “como premio a su lealtad a la reina” una franja de terrenos en Noalejo y una colección de reliquias. “Entre ellas, había dos réplicas de la Sábana Santa y todos los años, en torno a la Natividad, se exponían estas reliquias”, detalla. Incluso, se relaciona esta tradición con el nacimiento de la Feria de Ganado de Noalejo. Estas dos réplicas, apunta el investigador, están realizadas por Gir en 1527, cinco años antes del incendio en Chamberí, en el que la Sábana Santa de Turín quedó dañada al fundirse plata sobre ella.

“La fecha está escrita en la inscripción realizada en dorado que existe en los bordes y tiene las mismas medidas que la Sábana Santa de Turín, 1,26 por 4,29 metros”, explica. Hace referencia a las investigaciones que realiza, desde hace casi dos décadas, el Centro Español de Sindología. De sus conclusiones, extrae datos como que “están realizadas en un tejido telofán”. “Recogen el dorsal y el frontal de un hombre, tal y como si se le hubiese colocado sobre una mitad y le hubiesen pasado un lienzo sobre la cabeza para extenderlo hasta los pies. El cuerpo está tumbado de espaldas con las manos cruzadas al frente, la mano izquierda sobre la muñeca derecha y los pies cruzados. El cuerpo se muestra lastimado por azotes de látigo; la frente surcada por ríos de sangre de la corona de espinas y las manos y los pies atravesados por los clavos”, lee literalmente. “Para confeccionar la Sábana Santa se utilizaron los lienzos originales de la Síndone original de Turín”, destaca. De hecho, se considera una “reliquia de contacto”. “Según el Centro Español de Sindonología, son las copias más fieles a la original, las más antiguas y del mismo tamaño. Así se consideran las réplicas más fiables de las de Turín ya que se hicieron 5 años antes del incendio”, apunta.

“Lo más probable es que, tras la fundación de Noalejo, se creó un convento de Mínimos que la custodiaban”, explica. Un siglo después, llegó a la parroquia y se ha expuesto en “muy contadas ocasiones”, motivo por el que se mantiene “en muy buenas condiciones”. Solo salió de allí durante la Guerra Civil, como apunta el historiador, cuando la conservó la vecina Prudencia Lomas Martos, que la guardó en el cortijo de la Navarta, después de que se las entregase el sacristán Antonio Zafra.