Pedradas contra el cuartel

Investigación por “daños a edificios oficiales” en Los Villares

03 nov 2016 / 12:25 H.

La duda está en si lo ocurrido se trata de una “simple gamberrada”, ya grave de por sí, o si hay algo más detrás y lo ocurrido ayer en Los Villares es un ataque deliberado contra la Guardia Civil. Ana Mansilla es esposa de uno de los agentes, que reside junto a sus hijos pequeños y el cabo del puesto de Los Villares. Cree que el lanzamiento de piedras y globos de pintura roja contra los pabellones de las dependencias de la Benemérita en el pueblo, donde están las viviendas de la casa cuartel, son “algo más” que una broma de mal gusto. Recuerda que ya se “atacó” el puesto con cócteles molotov. Ni entonces ni ahora hay que lamentar daños, pero lo ocurrido generó mucha tensión a los funcionarios y a sus familias. “Eran aproximadamente las una y media de la madrugada (de ayer), cuando escuchamos el ruido de rotura de cristales y golpes”, narra. Su reacción fue ir rápidamente al dormitorio de sus hijos, aunque, aclara aliviada, las piedras, “la más pequeña de un kilo”, como explica, dieron en la parte opuesta del domicilio. “Fue una noche muy complicada, los niños comenzaron a llorar y se pusieron nerviosos, como todos”, relata.

No fueron los únicos “vecinos” del cuartel que se acordarán de la madrugada del 1 al 2 de noviembre. Ya que, en algunos coches y en otra de las casas, quedaron restos que dejó la explosión de los globos llenos de colorante. La Asociación Unificada de la Guardia Civil, la primera organización de este Cuerpo, que, por ley, no puede tener representación sindical, puso el grito en el cielo con lo ocurrido. Javier Sarobe, delegado de la AUGC en la provincia, condenó los hechos y confió en que se encuentre a los responsables. “No sabemos si el objetivo eran los compañeros y sus familias o fue fruto de una gamberrada”, duda. Eso sí, apunta que el lanzamiento de piedras y otros objetos llegó poco después de que las luces de las oficinas del cuartel propiamente dicho, en la planta baja del edificio oficial, se habían apagado. Fuentes de la Comandancia de Jaén apuntan a que, por el momento, los destrozos causados en el cuartel de Los Villares se investigan “en el contexto” de las gamberradas denunciadas en otras dependencias oficiales del municipio, como el Ayuntamiento y los centros educativos. El Gobierno local ya había emitido un bando, antes de la celebración de la festividad de Todos los Santos, en el que advertía de que estaba prohibida la tradición de lanzar gachas contras las viviendas, con la excusa de una vieja costumbre local.

“Cambio de fecha” para despistar a la Benemérita
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El alcalde de Los Villares, el popular Francisco José Palacios, cree que los autores de estos actos vandálicos, que se repiten desde hace aproximadamente un lustro, buscaron este año despistar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. De ahí que se cambiara la “costumbre” y, en lugar de hacerlo en la noche del 1 al 2 de noviembre, como sí ocurrió en el cuartel de la Guardia Civil, se hiciera en la madrugada anterior. Las zonas en las que se registraron las “gamberradas” son menos que en otras ocasiones, aunque los actos fueron “más agresivos”. Además, lamenta que no se utilizan las habituales gachas, sino que son otras mezclas más dañinas, con ingredientes tintos al postre. El máximo responsable municipal aclaró que, en otros años, se logró indentificar a los responsables y espera que, en esta ocasión, ocurra lo mismo.