Romería con rasgos que la convierten en algo singular

La fiesta de la Milagrosa es junto a una vía pecuaria y la Virgen está casi todo el año cobijada por un tronco

08 oct 2018 / 12:09 H.

Si hay una fiesta distinta de verdad esa es la romería de la Milagrosa, en Navas de San Juan. La peregrinación del primer domingo de octubre está plagada de elementos singulares que le confieren un encanto muy especial. Los fieles trasladan a la imagen desde el casco urbano hasta el paraje de El Vadillo, situado a unos tres kilómetros. El recorrido campestre concluye junto a una especie de templete construido en un lateral. Debajo se encuentra un tronco, vestigio de una encina vinculada con la historia de la imagen. Lo llamativo es que, después de la peregrinación, Nuestra Señora se queda la mayor parte del año en una hornacina creada dentro de la madera de lo que fue gran árbol. Por tanto, no hace como es normal en el resto de lugares en el interior de una ermita.

Este año la celebración cumplió el guion. La comitiva con la Virgen Milagrosa partió desde las inmediaciones del Ayuntamiento y discurrió entre constantes muestras de cariño de los fieles. Mujeres se encargaron de trasladar en andas a Nuestra Señora, tanto en el tramo urbano como en el rural. Una vez en el templete, la pequeña imagen fue agasajada por los devotos, que no dudaron en colocarle medallas. Allí recibió las oraciones íntimas de los creyentes. La sencilla celebración acabó con la degustación de un paella gratuita para doscientas personas. Con motivo de la actividad se instaló un chiringuito, en el que se sirvieron comida y bebida. Jinetes a lomos de estilizados caballos dieron realce a la celebración. El hecho de que la convocatoria tenga su epicentro junto a una vía pecuaria permitió que los vehículos pudieran estacionarse con amplitud. La jornada fue propicia para pasar un día de campo bajo los olivos y otros árboles. La música de un equipo de sonido amenizó la estancia en el paraje.

Entre los participantes en la iniciativa se encontraba el alcalde de Navas de San Juan, Joaquín Requena. El responsable subrayó que se trata de una fiesta abierta a todo el mundo y enfocada hacia la convivencia en plena naturaleza y que, en esta ocasión, el tiempo acompañó con cielos despejados y temperaturas altas. Añadió que el Ayuntamiento colabora tanto en la celebración en sí como en el mantenimiento del templete y de la zona de El Vadillo.

Un agricultor jubilado, Francisco Zúllar, es el presidente de la Asociación Cultural Virgen Milagrosa, que organiza la romería. Él fue uno de los impulsores de la recuperación, en 2013, de la cita. Manifestó que se trata de una iniciativa “que va a más”, hasta el punto de que, además de vecinos de Navas de San Juan, acuden habitantes de otros municipios de El Condado, como Arquillos, y de Villacarrillo. Según el responsable, la peregrinación es el primer domingo de octubre, pero, si llueve, se traslada a otra fecha.

El relato de Zúllar sobre el origen de la Milagrosa evoca circunstancias dramáticas. De acuerdo con el presidente del colectivo, en la Guerra Civil un hombre se refugió en una encina de otras personas que lo perseguían para matarlo, aunque se marcharon sin hallarlo. A partir de entonces se veneraba la Milagrosa original, que pasó a Navas de San Juan hasta que quedó en paradero desconocido. “Fue desaparecer y secarse el árbol”, resaltó Francisco Zúllar. Sin embargo, el empujo de un grupo de naveros dio lugar a la actual asociación, que actualmente agrupa a una veintena de miembros, aunque son muchos más los devotos de la imagen mariana.

Entre los planes de la Asociación Cultural Virgen Milagrosa se encuentran continuar en la actual línea para que la celebración en contacto con el medio natural condatense gane auge. Por otra parte, se intentará restaurar la hornacina para que la imagen quede en las mejores condiciones.