San Marcos llega hasta las “Moreras” para bendecir los campos

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San Marcos volvió a pasearse por las calles de Canena en su día grande. El patrón salió a la calle, como marca la tradición, para bendecir los campos. Tras una ceremonia religiosa, donde las emociones de los cientos de caneneros asistentes estuvieron durante todo el acto a flor de piel, comenzó el camino hasta el parque de la Fuente Nueva. Acompañado de residentes y visitantes, y al ritmo de la banda de música local, recorrió calles tan representativas como García Lorca, Ramón y Cajal, Virgen de los Remedios, hasta llegar a la zona conocida como las “Moreras” de la Fuente Nueva. Es en este lugar donde los caneneros, tras ser bendecidos por su patrón, pidieron junto al santo la tan ansiada lluvia.

El cortejo volvió a recorrer las calles del pueblo hasta llegar a la Sala de la Caridad donde los priostes ofrecieron a San Marcos los roscos bendecidos durante el día anterior en medio de una lluvia de pétalos de rosas lanzados desde la terraza. Acto seguido, la procesión continuó hasta la iglesia de la Inmaculada Concepción para su encierro y, una vez finalizada, tanto caneneros, como visitantes, regresaron a la Sala de la Caridad para llevarse uno o más de un rosco de matalahúga que perfectamente alineados se encontraban colocados alrededor de numerosos altares adornados con telas rojas, espejos, velones, candelabros y rosarios.

Este es un día señalado para vecinas como Manuela Herrera, para la que es “una alegría compartir todos estos momentos con los amigos de toda la vida”. La emoción se nota en las caras de personas como Josefina Reyes, que ha vivido esta tradición desde la infancia, o de Rosario Herrera, que tras varias ocasiones perdiéndosela por regentar su bar, este año ha podido disfrutarla como priosta. “Disfrutamos montando la Sala de la Caridad con la recompensa de la gente que vienen y agradecen con palabras lo bien que ha quedado”, afirma Manoli Herrera. Una ilusión que comparte Luisa Godoy con la gente que se acerca hasta la Sala.