Treinta años de reivindicación y una presa sin conducciones

La presa de Siles pasará a la historia por ser uno de los proyectos más largos y polémicos de todos cuantos se gestan legislatura tras legislatura. Los alcaldes de la Sierra de Segura se unieron en 1987 sin mirar el signo político de sus alcaldías para exigir al Gobierno central la solución a todos los problemas de agua que limitaban a la población y que, incluso, potenciaban la emigración y la despoblación. Desde entonces, la construcción del embalse se ha convertido en argumento de controversia entre las administraciones que ostentaban el poder en Madrid y en Andalucía”. Este párrafo se publicó, literalmente, en las páginas de Diario JAÉN, en octubre de 2004, y hoy, trece años después, sigue siendo totalmente vigente. Solo habría que añadir dos aniversarios que se cumplen que agravan más el despropósito: treinta años después de que comenzara la reivindicación, vecinos y agricultores segureños todavía no disfrutan de la anhelada infraestructura y, dos años exactamente después de su inauguración —los hizo el jueves—, no se ha conseguido descifrar de quién es competencia construir las conducciones y tuberías para su aprovechamiento. Madrid y Sevilla no dejan de cruzar reproches. Mientras tanto, esta misma semana, ha terminado el vaciado técnico de la presa.

Ríos de tinta, de esta forma, corren en torno a la presa, su construcción primero y las conducciones después. Las últimas declaraciones, en el continuo cruce, las ha hecho el alcalde de Siles, Javier Bermúdez. Este, una vez más, “exige a la Junta de Andalucía que ejerza sus competencias y ejecute la construcción de las conducciones de la Presa de Siles”. “Después de dos años de la finalización de esta infraestructura y una vez que ha finalizado el vaciado técnico de la misma, lo que procede es que la administración competente construya las canalizaciones que permitirán utilizar el agua para el riego”, dice. El alcalde de Siles refrenda sus palabras en el informe de la Abogacía del Estado de noviembre de 2016, en el que esta cuestión “quedaba probada sobradamente” y en el Real Decreto 1132/1984, de 26 de marzo, sobre el traspaso de funciones y servicios a la comunidad autónoma de Andalucía en materia de abastecimientos, saneamientos, encauzamientos, defensa de márgenes y regadíos.

En frente, hace apenas dos meses, el diputado socialista Felipe Sicilia denunciaba “una dejación de funciones verdaderamente irresponsable” del Gobierno de Rajoy: “Es terrible pensar que hoy esta presa podría estar en funcionamiento con absoluta normalidad y que no lo está porque el Gobierno del PP no ha ejecutado las canalizaciones generales después de haber venido a inaugurarla hace 22 meses”. A mediados de este mismo mes, en una interpelación a la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, en la Cámara alta sobre los efectos de la sequía, la senadora Elena Víboras recordó las infraestructuras “olvidadas” sin ejecutar, como la presa de Siles.

Mientras tanto, a lo largo de los últimos años, la Plataforma por el Riego de la Presa de Siles, en la que están representadas organizaciones agrarias, ayuntamientos, comunidades de regantes, cooperativas, el Consejo Regulador y la Asociación para el Desarrollo Rural de la Sierra de Segura, no ha dejado de reunirse con las diferentes administraciones, especialmente con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, para intentar desbloquear la situación y mantiene su lucha y movilizaciones para encontrar soluciones para esta infraestructura que consideran vital para la zona.