Tres décadas de una fe fortalecida

Castellar celebra hoy su “romería” hasta la ermita de su patrón, San Benito

21 mar 2018 / 09:08 H.

No dejan de mirar al cielo en los últimos días y consultar las previsiones del tiempo. Los castellariegos tienen hoy una cita con su patrón, San Benito. Por su festividad, lo llevarán en procesión hasta su ermita, a poco más de dos kilómetros de la población y celebrarán una jornada de convivencia entorno a él. “Saldremos a las once de la Colegiata, hasta donde se trasladó San Benito el pasado sábado, desde la ermita que tiene en la plaza de toros”, explica la hermana mayor, Adolfina González Villanueva. Allí, se ha celebrado, en los últimos días, el triduo que anticipa esta festividad del 21 de marzo. “Es un santo muy milagroso, en estos días, contaba la gente que se le había pedido agua y mira los días de lluvia que llevamos”, cuenta.

Una vez en la ermita de San Benito, se celebrará, a las doce, una misa para después, como explica, compartir una paella y un día de celebración. Fiesta local en Castellar, el año pasado, como recuerda González, se celebró en el último domingo de marzo, para que los castellariegos que viven fuera pudieran acompañarlos. En esta ocasión, como resalta, por la voluntad de los hermanos más conservadores, se ha mantenido “en su día”.

Fue hace unos treinta años cuando la hermandad y la devoción por San Benito tomó brío en Castellar, como recuerda la hermana mayor: “Un hermano muy devoto dijo de levantar su ermita, que estaba en ruinas. Aunque él murió, sus hijos y otros vecinos continuaron esta tarea”. Así, en la actualidad, esta hermandad la componen unas 310 personas. “Este año hemos puesto un zócalo nuevo a la ermita, en la que también celebramos San Antón y San Isidro”, explica. Hace cinco años, también realizaron una profunda restauración de la imagen. De hecho, si hoy lloviera, aunque las previsiones dicen que no, esta procesión hasta la ermita se cancelaría para proteger la imagen y el trono. En ese caso, como apunta la hermana mayor, se buscaría otro domingo tras la Semana Santa para el traslado. Anoche, como anticipo de este día festivo, se celebró la tradicional chocolatada para todo el pueblo y una verbena en el entorno de la ermita.