El alfarje de San Lorenzo “recupera”
su esplendor

La Fundación Caja Rural de Jaén tiene como objetivo conservar el patrimonio cultural de la provincia

30 nov 2017 / 08:51 H.

La historia de la iglesia de San Lorenzo, poco a poco, se va conociendo gracias a la Fundación Huerta de San Antonio (FHsA). La entidad recuperó el espacio para la cultura que, además, dado el gran valor patrimonial que atesoran sus muros, sumó un nuevo recurso turístico a la ciudad. Es mucho el trabajo que aún queda por hacer para disfrutar de las estancias y espacios de San Lorenzo, labor que no se podría realizar sin el apoyo de entidades como la Fundación Caja Rural de Jaén. Gracias a un convenio suscrito, se desarrollaron labores de conservación y restauración del alfarje policromado del sotocoro del templo.

La actuación estuvo enmarcada dentro de la promoción cultural y del patrimonio histórico-artístico de la provincia de Jaén. Asimismo, está adscrita al programa La Rural Patrimonio de Fundación Caja Rural. La aportación económica realizada por la entidad ascendió a 6.000 euros. Tras iniciar las labores, y quitar la gruesa capa de suciedad, las restauradoras Sara Martín de Andrés y Beatriz Rubio Velasco, de la empresa ConservarArte, observaron que el estado de conservación era mejor del que en un principio parecía. Aun así, le dieron un tratamiento a las policromías y las limpiaron para que no se desprendieran y poder trabajar en ellas en un futuro.

En esta línea, Martín subrayó que las notas de color que presenta el alfarje son muy interesantes, pues a la típica paleta de colores usados en el arte mudéjar, ocres, rojizos y tierras se les añade, además, el azul y blanco que lo dotan de mayor viveza. También se observan motivos geométricos, santos y ángeles con atributos que pueden desvelar parte de la historia del alfarje. De esta manera, se podría saber si fue pensado para este espacio o pertenecía a otro. Igualmente, y gracias a la colaboración de traductores que trabajan en la zona de Palestina, se dio a conocer el significado una frase árabe escrita en la parte vertical de las tablas, que dice: “Dios es el dueño de todo”.

Luis Jesús García Lomas, gerente de la fundación, se mostró encantado con el trabajo de restauración, que, según él, esperan continuar en la parte conservada para sacar a la luz los colores que el alfarje tenía cuando fue concebido. Asimismo, adelantó que FHsA ya ha presentado el proyecto para continuar con este proceso, que será estudiado por los patronos de Caja Rural cuando se reúnan en marzo de 2018.