El covid estrecha lazos vecinales

Música, ánimo y aplausos diarios desde las ventanas de la calle Alonso de Molina

14 abr 2020 / 16:27 H.
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La calle Alonso de Molina, situada en la parte norte de la Ciudad de Los Cerros, está llena de vida. Ya a las ocho menos diez de la mañana se puede ver a grupos de jóvenes que se desplazan hasta los centros educativos que hay cerca de sus hogares. Poco después, sobre las nueve menos cuarto, se oye un incesante ruido de carros de mochilas de niños que, acompañados por sus padres, acuden prestos a su colegio. El hecho de que haya cerca un supermercado suma para que sea difícil encontrar aparcamiento en esta vía. Además se encuentra muy cerca del Polideportivo Municipal “Antonio Cruz”, por lo que, por las tardes, es muy frecuente escuchar a niños y jóvenes que se dirigen a entrenar, así como adultos que juegan al pádel o acuden al gimnasio municipal. Esta rutina y esta vitalidad, sin embargo, se vieron alteradas tras la declaración del estado de alarma por la crisis sanitaria del coronavirus.

Para sobrellevar la situación, no obstante, sus vecinos tienen una cita ineludible todos los días de la semana. Fieles, un día tras otro salen a sus balcones y ventanas para aplaudir a aquellos que velan por la seguridad y salud del resto de la población, un agradecimiento que se hace extensivo a todos aquellos profesionales que acuden a sus puestos de trabajo para garantizar que el resto de la población tenga cubiertas todas sus necesidades básicas. Son vecinos que, hasta hace poco, ni se conocían, pero que ahora se saludan y hablan todas las tardes. Incluso han creado un grupo de WhatsApp en el que se hacen peticiones para escuchar canciones cada día, entre las que no faltan ni el himno de España ni “Sobreviviré”, himno oficioso de los “conciertos” de patios, residenciales y barrios.

En la calle también se ha celebrado una particular Semana Santa desde las ventanas y balcones, en los que se colgaron banderas de la Unión de Cofradías, sonaron marchas y se encendió incienso. Además se felicita el cumpleaños de los vecinos. La última cumpleañera fue una pequeña, Julia, que celebró su primer año de vida y que cada día sale a su ventana en los brazos de su madre o de su padre. Por la calle también han pasado miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado así como de Protección Civil, que han recibido su homenaje.

Úbeda