Las encajeras llenan el “Hospital”

Espectacular el aspecto que presentaba el patio renacentista del centro cultural del Hospital de Santiago, que acogió la décimo novena edición del Encuentro Nacional de Encajes “Úbeda, Ciudad Patrimonio de la Humanidad”, una cita organizada por la Asociación de Encajeras “Ciudad de Úbeda” en colaboración con el área de Participación Ciudadana. La iniciativa cuenta con el apoyo de distintas casas comerciales, tanto nacionales como internacionales, como la multinacional española Puig, que en este año donó unos lotes de perfumes de “Vitorio y Lucchino” que fueron entregados a las primeras personas en formalizar su inscripción en el encuentro. Un encuentro más que consolidado y de los de mayor prestigio que se realizan en el sur de España.

Este año, las quinientas inscripciones ofertadas se agotaron a finales del mes de mayo, algo que no ocurría desde hace ocho años. A este acontecimiento acudieron encajeras procedentes de diferentes zonas de Andalucía, Toledo, Comunidad Valenciana, Madrid... Además de la Escuela de Bolillo de Almagro, toda una institución en el mundillo. La ciudad ciudarrealeña es un referente, pues la tradición del bolillo pasa, en Almagro, de madres a hijas.

Entre las actividades que propusieron desde la asociación a los participantes hubo dos talleres, uno de frivolité, un tipo de encaje francés que la asociación de encajeras ubetenses se encarga de potenciar y dar a conocer en el sector durante los últimos años, y otro de patchwork. También hubo una zona de mercadillo donde los inscritos pudieron adquirir productos relacionados con el bolillo y el frivolité. Asimismo, los asistentes pudieron visitar una exposición donde se mostraron algunas de las piezas realizadas por los miembros de la Asociación de Encajeras de Úbeda a lo largo del año.

Pero, sin duda, una de las actividades que más interés despertó entre los inscritos fue la masterclass ofrecida por la youtuber Raquel María Adsuar, que se desarrolló a primera hora de la mañana en el Auditorio del Hospital de Santiago para facilitar el acceso de los participantes en el encuentro nacional. Como ya marca la tradición, se entregó un reconocimiento a los participantes masculinos como muestra para promover y apoyar la igualdad de género. De igual manera, se entregaron sendos diplomas al grupo más numeroso y a llegado desde más lejos.

Como anécdota de esta edición, hubo un grupo que no pudo inscribirse para participar en el encuentro, pues las plazas ofertadas ya estaban agotadas. No obstante, este equipo de Pinos Puente no dejó pasar la oportunidad de venir a conocer la ciudad. Además, también asistieron a la comida de convivencia que se realizó en el Hotel RL “Ciudad de Úbeda”. Una reunión de hermandad en el que se dieron cita más en trescientos cincuenta comensales.

La asociación organizadora del encuentro, que trabaja por la promoción del arte de las encajeras y para que no se pierda este trabajo artesanal, quiso que la jornada tuviera un cariz solidario. Por ello, instaló una mesa donde se recogieron alimentos no perecederos, especialmente aquellos relacionados con la alimentación infantil, así como leche, aceite, tomate frito, cacao en polvo y conservas. Todos los productos recogidos se entregaron a Cáritas Interparroquial, para que continúe con gran su labor social.

Paralelamente al XIX Encuentro Nacional de Encajes “Úbeda, Ciudad Patrimonio de la Humanidad” se celebró, por tercer año consecutivo, el Concurso Fotográfico “Encuentro Nacional de Encajes”, actividad organizada por el colectivo en colaboración con la Asociación Fotográfica “Gran Angular”.