Un siglo de alegrías para Matilde Carmona

La iliturgitana celebra su cumpleaños rodeada de su familia

24 mar 2024 / 13:20 H.
Ver comentarios

Un siglo lleno de experiencias. En el término municipal de Andújar, la vida de Matilde Carmona ha sido un auténtico ejemplo de perseverancia, dedicación y amor por los suyos. El pasado sábado 16 de marzo, con motivo de su centésimo cumpleaños, su familia se reunió para rememorar algunos de los recuerdos y vivencias de esta mujer excepcional. Matilde Carmona nació hace cien años en La Centenera, una finca rural. Comenzó su vida entre la tierra y el trabajo duro. Criada en un entorno humilde, Carmona aprendió desde temprana edad el valor del esfuerzo y la importancia de la familia. Su hija, Lidia Moreno, recuerda todos y cada uno de los oficios a los que se ha dedicado su madre a lo largo de estos cien años: “Se casó con mi padre, que era guarda, y estuvieron los dos trabajando en el campo. Luego, cuando yo empecé el colegio, tuvieron que dejar esa vida y, como ninguno de los dos tenía trabajo, mi madre comenzó a limpiar casas y planchar para aquellos que la llamaban. Ya más tarde, mi tío tenía una confitería y se colocó allí. Después, se dedicó a cuidar a mi abuela. Esa ha sido su vida, trabajar y trabajar”.

Matilde conocía al que se convertiría en los años de su juventud en su novio y, más tarde, en su marido, desde que era una niña. Ambas familias eran vecinas de la misma finca, por lo que, los dos sabían toda la vida del otro. “En la familia de mi padre eran diez hermanos. Entonces, se iban casando según le correspondía a cada uno por la edad”, explicó su hija. Como es normal, el paso del tiempo ha hecho mella en la cumpleañera. La memoria de Matilde no es la que solía ser. Es por ese motivo que en su familia no sabían cómo iba a reaccionar. Sin embargo, fue una auténtica sorpresa para todos cuando la mujer, rodeada de sus dos hijas, sus cuatro nietos y sus siete biznietos, comenzó a cantar el “Cumpleaños feliz”. No obstante, aunque la memoria le juegue una mala pasada de vez en cuando, la cumpleañera no tiene ningún problema de salud. Lidia cree que una de las razones por las que su madre ha llegado a vivir tanto puede ser la calidad de los productos que consumían: “Nosotros jamás pensamos que iba a durar tanto. A ella no le duele nada. Puede ser que ese laberinto de trabajo que ha tenido ella y que comían muy sano haya influido. Si ellos se comían un tomate o un pimiento, lo sembraban ellos. Si se comían un pollo, lo criaban ellos, y si freían un huevo, era de gallinas criadas por ellos”.

Los regalos no pueden faltar en ningún cumpleaños, y mucho menos en la celebración de cien años de vida. Matilde Carmona recibió, además de muchas muestras de cariño y afecto por parte de todos los miembros de su familia, obsequios que iban desde un frasco de colonia hasta prendas de ropa como jerséis. Sin embargo, uno de los más llamativos fue un enorme ramo que habían encargado su nieto y su mujer. Al reflexionar sobre su vida, Matilde Carmona es un ejemplo de fortaleza y determinación. Su historia es un recordatorio de la importancia del trabajo duro, la dedicación a la familia y la capacidad para enfrentar los desafíos con valentía y optimismo. La mujer continúa siendo una fuente de inspiración y amor para todos los que tienen el privilegio de conocerla.

Provincia